Al teorema de Arrow, ni cabida

Por Carlos Resio.

El 30 de octubre pasado se cumplieron 40 años de la elección que llevó a Raúl Ricardo Alfonsín a la presidencia y terminó con la larga noche de violencia e ignominia a la que nos sometió la dictadura militar como condicionante parar aplicar las recetas neoliberales que sus mandantes, el poder económico nacional e internacional, les dictaron y en la que para lograr sus objetivos cometieron atroces crímenes contra el cuerpo social de nuestro país pero principalmente contra quienes representaban un escollo para tales propósitos. Miles de asesinatos conocidos, treinta mil desaparecidos, cientos de miles de exiliados, violaciones, personas vivas arrojadas al mar desde aviones, torturas de todo tipo e intensidad, robo de bebés, saqueos de bienes y la destrucción de la estructura productiva del país como nunca antes se había realizado llevando la pobreza estructural de menos del 5% a más del 25% sin que hasta hoy hayamos podido cambiarlo.

Estos 40 años han sido de doloroso aprendizaje y de lenta recuperación. Las condiciones de debilidad económica y política en las que quedó el país después de la dictadura solo puedo ser compensada por la firme voluntad del pueblo por recuperar el sistema democrático. El fracaso económico del gobierno de Alfonsín, jaqueado por los condicionamientos internos y externos pero también por sus propios errores y la debacle económica abrieron la puerta a otro ciclo neoliberal que vino a completar la destrucción iniciada por el gobierno de facto con los mismos mandantes pero esta vez mimetizados en el formato democrático y paradójicamente de la mano del peronismo, espacio al que odian, gracias a Carlos Menem y su nube de ilusiones falsas que parte de un pueblo golpeado que no había logrado rehacer sus anticuerpos después de la sangrienta dictadura que eliminó a sus dirigentes y militantes más valiosos.

Con Macri no hubo eufemismos, los que estaban detrás de los milicos y de Menem dieron un paso al frente y convencieron con nuevos métodos a un sector suficientemente grande de sociedad vaciada de conciencia democrática y popular. Siempre con nuevo métodos, con sofisticados manuales a los quellegamos tarde quienes hoy tratamos de resistir. Y nuevamente el daño a la democracia nos hace retroceder dos pasos. Siempre hay errores propios, pero no hay duda ante el error y la intención de imponer intereses contrarios a los de las grandes mayorías. No son originales en lo que refiere a los contenidos de las instrucciones pero hay novedad en cuanto a la presentación y aplicación en nuestro país.

Solo por tomar los últimos 47 años, primero el cruento tajo que significó la dictadura, luego el lobo con piel de cordero con Menem y más cerca la mentira a quienes previamente fueron preparados para aceptarla. Porque Macri mintió en el debate presidencial pero no se puede obviar que su sola figura pública desmentía todas las patrañas que expresó en ese evento.

Hoy vuelven, esta vez ofreciéndonos un payaso que no puede siquiera decir que cree en la democracia invocando un teorema de Arrow que estoy tratando de entender, solo de porfiado que soy, y una apologista de la dictadura militar que, además de sus repugnantes declaraciones, da paso a personajes siniestros como Cecilia Pando que pide que se libere a los represores asesinos presos para dar certeza de que sus camaradas no sufrirán las mismas consecuencias cuando actúen para imponer el orden necesario para aplicar las políticas que trae, de nuevo, Macri con los mismos personajes y que siempre estuvieron en el menú de Milei. Y no puede decir que cree en la democracia porque le causa arcadas y no porque un teorema indique que es un sistema inviable. No cree en la democracia porque es un escollo para seguir esquilmando al pueblo y a la tierra, ni siquiera en esta democracia renga que aún les permite esquilmar al pueblo y a la tierra pero que en su impudicia obscena no les basta. Y ahora proponen de nuevo eliminar a los otros, a los mejores.

Entonces, vuelvo a los muertos y los desaparecidos y me imagino reemplazando con ellos a muchos de los dirigentes, funcionarios, empresarios, docentes, ciudadanos … que ocuparon esos roles durante estos 40 años y quizá ahora no solo no estaríamos con el culo entre las manos porque gran parte de nuestra sociedad no alcanza a ver el peligro que significan Milei, Villarruel y Macri de nuevo en el gobierno sino que Milei, Villarruel y Macri no serían una opción y tal vez, en todo caso, Sergio Massa sería el adversario a derrotar.

No es necesario levantar mucho la cabeza para ver lo que pasa. Hace 20 años que en Misiones nos gobiernan quienes solo ofrecen algo de prolijidad administrativa, adornada con palabras importadas y proyectos ilusorios que consideran que el ejercicio democrático sirve para elegir entre caramelitos en una provincia en que uno de los mas bajos PBI per cápita está sustentado en el monocultivo extractivo y los ingentes fondos provenientes del estado nacional mientras el sistema judicial sigue castigando a los vulnerables, se obtura las voces disidentes y se sostiene una hegemonía en base a la trampa electoral de la ley de lemas, el apriete y la colusión de intendentes y la impotencia de una oposición que no logra articular su propuesta alternativa también, digo yo, porque sus dirigentes más conspicuos ocupan un lugar vacante que les queda enorme. Sino basta ver a quien debiera representar al kirchnerismo en Misiones que no atina a otra cosa que destruir cualquier intento de construcción de fuerza opositora al oficialismo y se comunica con sus compañeros a través de lamentables videos en tiktok que no son más que causa de vergüenza ajena.

Pero estamos nosotros y no nos queda otra que tratar de honrar a los que faltan haciendo nuestro mejor esfuerzo. Y porque el teorema de Arrow, que quiere explicar con reglas frías y cálculos como es que elegimos nuestro destino como cuerpo social, se equivoca porque no incluye entre sus fórmulas las experiencias, los sentimientos profundos que a través del aprendizaje obtenido en la participación, el compromiso y la derrota nos une fuertemente en un objetivo común, que es el objetivo de las madres y de las abuelas, de los compañeros y las compañeras que se fueron antes y de la responsabilidad ante los que vendrán. Y ese objetivo no es mas que caminar hacia una patria justa libre y soberana. Y en ese camino no debe haber ninguna experiencia errónea o contradicción secundaria que nos distraiga cuando se presenta como alternativa otra vez la oferta de la violencia y la desesperanza. Porque en frente tenemos a un candidato que no puede hacer salir de su boca que cree en la democracia, porque su vicepresidenta lo confirma y sus mandantes se lo ordenan es que en estos 40 años de haber recuperado la democracia, camino de recuperación que se inició el mismo día del golpe de estado y que costó miles de muertos y enorme dolor, no habrá mejor manera de ganar en dignidad y demostrar que merecemos este país que parando este nuevo intento de la derecha por quitarnos la vida y confirmar que el teorema de Arrow que invoca Milei para no nombrar a la democracia solo se verifica en el frío laboratorio pero no en el corazón caliente de un pueblo que anhela el destino que le es propio.

No pasarán.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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