Cartón pintado

Carlos Resio.

Quien no lo ve es porque no puede o porque no quiere. El que no puede es porque su capacidad de análisis y discernimiento ha sido afectada por uno o varios de los mecanismos que se utilizan para formatear las mentes de las sociedades en preparación para que acepte políticas o hechos que las perjudique y que existen desde hace décadas pero hoy han llegado a un alto grado de refinamiento; los que no quieren verlo es porque sienten, creen, que de una forma u otra son inmunes al tipo de políticas que se implementen en su país y que en el corto plazo, ya sea por una posición ventajosa o privilegiada, no notan cambios que los perjudican aunque también desde su punto de vista ,atado a sus intereses o clase, creen que serán beneficiados por las medidas que perjudican a las mayorías.

A quienes nos preocupa la suerte de las mayorías populares además de la propia y creemos en la profundización de la democracia, la soberanía nacional y el desarrollo autónomo de Argentina y tratamos de estar informados y de elaborar algún análisis, no necesariamente acertado, nos resulta doloroso ver que en Argentina, pero también en otros países de la región y del mundo, la democracia es hoy cartón pintado.

A nadie que se tome 5 minutos para comparar los ideales de la democracia liberal con el funcionamiento de la nuestra se le puede escapar que aquí no está funcionando. Estamos presenciando un desembozado uso de las instituciones, de los medios de comunicación y de la capacidad económica concentrada y reforzada desde intereses foráneos en contra de los intereses nacionales y el ejercicio democrático. La violencia mediática, la persecución judicial y el cipayaje político, aunque aún sin muertos, es equiparable al que fue el embate de las fuerzas armadas al servicio del poder económico y financiero concentrado que además benefician la apetencia colonial. La situación política de nuestro país es como un mal sueño, una pesadilla en que nos encontramos ante un riesgo de muerte y nuestro cuerpo está paralizado sin poder escapar. La política se muestra inerme y la resistencia no está siendo eficaz. Cuatro jueces federales que tramitan causas del grupo Clarin y en contra de Cristina Kirchner, dos funcionarios del gobierno cambiemita de la Ciudad de Buenos Aires  y dos altos representantes de Clarin viajando de incógnito a territorio británico en Argentina para pasar un fin de semana de conciliábulos y que además fraguan documentación y manipulan periodistas para esconder este delito. Si esto no es flagrancia ¿entonces qué es?

Nos estamos defendiendo ofreciéndole un ramo de margaritas a un rinoceronte que avanza de frente y a la carrera. Como ejemplo, el presidente da un reportaje en el que explica que no se puede y la referente misionera del espacio de la presidenta se apropia de la movilización de apoyo ante la sentencia en su contra y la convierte en un acto de auto festejo quitándole cualquier contenido de reivindicación democrática y resistencia ante lo cual no hubo ninguna reacción más que algunas quejas individuales. Mientras tanto, el radicalismo local, a través de sus candidatos, nos explican como era de bueno el doctor Alfonsín y reparten manuales de civismo y democracia mientras en la práctica escupen su imagen y sin ponerse colorados van en sentido contrario a sus preceptos. Claro que compiten con un gobierno provincial que sigue con su práctica de merchandising político, piñata con caramelitos y terminología de la nada como la expresada en un nuevo cartel en la escuela disruptiva en predios del jardín botánico en el que expresa “Óga, Firstdisruptive eco schoolbased in misiones´ biodiversity”, mboyeré de lengua guarainglés justo cuando la cuarta flota estadounidense manda sus ingenieros a Paraguay para “colaborar” con la navegabilidad de los ríos Paraná y Paraguay. Más cipayo no se consigue y no da lugar para la elección. Estamos en un tobogán en el que algunos tratamos de tomarnos de los bordes para no llegar abajo mientras muchos se deslizan con cara de disfrute sin saber lo que les espera en el fondo

¿Cómo llegamos a este estado de cosas? ¿Quiénes, en 2015, imaginamos este estado de degradación? No estuvimos atentos. Hay innumerables avisos en publicaciones periodísticas y libros desde hace mucho tiempo. Y los que hoy señalamos a los que no se dan cuenta de lo que pasa, quizá tardamos en despabilarnos. En mi columna Signos que serán consecuencias del 20/4, planteé la importancia de estar atentos a las señales que el presente nos ofrece para actuar y no sufrir las consecuencias en el futuro. No fuimos capaces de hacerlo y la expectativa en “los poderes de la mujer maravilla y la mística del pueblo” hoy nos hacen ver como ilusos. El mandamás de jueces, empresarios, periodistas y empresarios venales ya lo anticipó varias veces. Primero apropiándose de la palabra al quedarse con papel prensa a través de la tortura y aterrorizar con solo mirar a los ojos a Lidia Papaleo que aún hoy describe el momento con estremecimiento, luego señalando a  Alfonsín como un obstáculo y empujándolo del gobierno, después depreciando a Menem al describirlo como dueño de un puesto menor después de haberle sacado el canal 13 y por fin sumando, paradójicamente, con Néstor hegemonía a su poder que le permitió gobernar plenamente con Macri y ahora indirectamente a través de uno de los poderes de la república, el judicial. Casi no tuvo obstáculos para lograrlo, todo este recorrido fue en la cara de un pueblo ocupado en sus cosas.

En otros países de la región pero también en EEUU y en Europa, la violencia se está llevando la vida de dirigentes sociales y periodistas por cientos como en México y Colombia. En Brasil y Costa Rica la vida de los ecologistas pende de un hilo. En Argentina los referentes de comunidades originarias, organizaciones sociales y disidencias de género vienen sufriendo violencia que lentamente va desplazándose a dirigentes políticos llegando al extremo del ataque contra la Vicepresidenta de la Nación con reacciones sin efecto. Lo grave es que no hay una reacción acorde a la gravedad de los hechos por parte del poder del estado que debiera ser la salvaguarda de los derechos y de la vida misma como es el poder judicial. Y este clima es empujado desde los medios hegemónicos que responden a aquel que nos viene dando señales desde hace décadas y que también es dueño de la voluntad y el miedo de muchos jueces, fiscales y dirigentes políticos. Héctor Magnetto es el paradigma del personero del poder real y ha mostrado su cara más oscura en muchos casos pero no es el único. Quizá si es el que mejor representa lo que son capaces de hacer con tal de seguir acumulando dinero y poder. La democracia no es compatible con el capitalismo. Aquí con estas características y en Oriente con otras. El capitalismo necesita que su ciclo de crecimiento infinito no se corte sin importar que saben que una vez que se haya talado el último árbol aún quedará la carne humana para seguir exprimiendo y una vez pasado el umbral de poder se ceba y ningún rasgo humano le queda. La vida de miles de millones de personas están en manos de un oficinista en Wall Street que los mira en su tablero de juego de niño caprichoso. Somos un juego para ellos. Nos juegan por una botella de vino de 500 dólares. Fuimos testigos de los dichos del impresentable enemigo de la humanidad Elon Musk al referirse al gobierno Boliviano con respecto a la titularidad del litio. Como este personaje hay cientos y hay miles de serviles que disfrutan de sus sobras. Para detenerlos, aún quedan las maltrechas democracias y creo que la nuestra, aún tiene la oportunidad de ponerles un freno si sabemos asociarnos con otras que también aún, en parte, están en manos de sus pueblos. Poco podremos hacer si en 2023 vuelve a gobernar la derecha en Argentina que ya anunció sus intenciones y que además se convertirá en cabeza de playa para atacar a los demás pueblos de la región.

La democracia Argentina, si bien está maltrecha y cruje, aún está en pie y nos da la oportunidad de recuperar su fortaleza. Creo que el momento impone una resistencia inteligente, enérgica y firme para sacudirnos a los enemigos de la democracia. Les digo así porque no les va a temblar el pulso para decretar mi asesinato. No tengo dudas. No importa lo ignoto que seamos. Van a encarcelar y matar a cualquiera que les represente una molestia porque ya lo están haciendo. Entonces, no es aceptable que tengamos el poder judicial que tenemos, no es aceptable que el sistema de medios sea enemigo de la democracia y no es aceptable que dirigentes mediocres, pusilánimes y advenedizos se adjudiquen la representación de ningún colectivo o que gobernantes amantes del poder por el poder mismo tomen para si el destino de un territorio y mientras su pueblo se mantiene en la pobreza y la chatura lo único que ofrecen es cartón pintado como en un set de cine en el que los ciudadanos somos apenas extras.

Por esto veo con optimismo, aunque cauto, manifestaciones como la de la constitución del cabildo abierto de la militancia popular a partir del cual una vigorosa expresión genera un espacio de discusión y de propuesta para que nuestra provincia sea un lugar para que todos y todas podamos vivir mejor, con derechos plenos, donde podamos decidir sobre los temas importantes y el desarrollo económico sea para todos y no para la élite gobernante y su escudo protector. Es indispensable cuidar el espacio e inmunizarlo de ambiciones personales permitiendo una discusión horizontal y comprometida rechazando a los oportunistas. Y también creo que es necesario unir esta experiencia con otras similares de otras provincias y, ¿por qué no?, de nuestro vecinos fronterizos para que la experiencia cunda y se fortalezca de tal manera que nuestro aporte sea para la defensa de la democracia, la defensa de la soberanía y la defensa de la felicidad del pueblo argentino y en contra de los poderes fácticos que nos quieren presos o muertos y están cerca de lograrlo.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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