La Selva Misionera, ¿es Selva o es Bosque?

Por Cristina Besold.

El 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para generar conciencia sobre la importancia del patrimonio arbóreo para la humanidad.

Cristina Besold en La 99.3 el 21 de marzo de 2024

Recordamos la fecha con la mirada puesta especialmente en la Selva Paranaense, el monte misionero, que nos provee de servicios esenciales como el agua, generándonos bienestar e identidad en esta región del mundo.

Creemos necesario también dilucidar el significado de las palabras, los términos, que se utilizan en estos tiempos en que el mercado pone como condición para la compra de un producto, por ejemplo, haberlo logrado sin destruir el ambiente; es decir estamos en tiempos donde “garpa” o “deja ganancias” ser “ecológicamente correcto”, y a veces, muchas veces, ese “ser y hacer ecológicamente correcto” no pasa de un enunciado, no se aplica en la realidad.

La palabra que elegimos para reflexionar hoy, obviamente, es BOSQUE en el Día Mundial de los Bosques.

Nos preguntamos entonces: ¿las palabras Selva y Bosque representan lo mismo? ¿Un monocultivo de exóticas, como el pino elliottis, que gana terreno en toda Misiones, es un Bosque, como lo suelen referenciar los empresarios?

Consultamos sobre el tema a Lía Montti, quien se dedica a la ecología de bosques, es investigadora de CONICET (IER, UNT) y del Instituto de Biología Subtropical (UNaM).

Al explicar el significado de los conceptos, Montti dejó claro que sí, es lo mismo Bosque y Selva, y que ninguna de estas dos palabras corresponde aplicar a una plantación con un solo estrato y, generalmente, de una sola especie arbórea:
“A menudo se utilizan los términos «Bosque» y «Selva» de manera intercambiable, lo que puede llevar a confusiones. Pero para hacerla sencilla, podemos explicar que toda formación arbórea multiestrato, donde se puede diferenciar fácilmente un dosel superior o emergente (en misiones este está formado por los palos rosas y laureles, por ejemplo), un dosel medio (con palmitos, soroceas, mirtáceas y otras especies) y sotobosque (helechos), y un rico componente no arbóreo (por ejemplo: lianas, helechos, bambúes) es un BOSQUE, y no una plantación que suele tener un solo estrato y son mayormente monoespecíficas, una sola, o con pocas especies”.

Montti enumeró además los distintos Bosques, de acuerdo a su composición y lugar geográfico, y señaló que las Selvas son Bosques: “Como la distribución y composición de estos estratos pueden variar según el tipo de bosque, el clima y otros factores ambientales, entonces tenemos Bosques Templados, como los de la Patagonia (caracterizados generalmente por menos estratos y menos biodiversidad, con especies más tolerantes a las bajas temperaturas en comparación a los tropicales), Bosques Secos (el Chaco) y Bosques Tropicales y Subtropicales (Bosque Atlántico).

Las SELVAS (o Jungle en inglés), SON BOSQUES, solo que a veces usamos esa definición para referirnos generalmente a los Bosques Húmedos que se ubican en los trópicos y subtrópicos, y se caracterizan por tener una altísima biodiversidad, temperaturas cálidas y mucha humedad. Por ejemplo, la Selva Misionera es llamada también Bosque Atlántico Semideciduo o Bosque Atlántico Interior”.

Al terminar la entrevista, la profesional convocó a cuidar los ecosistemas nativos: “Lo cierto es que ya sea que los llamemos Selvas o Bosques, lo importante es resaltar que son ecosistemas maravillosos con diversas formas de vida y donde ocurren sorprendentes procesos e interacciones entre los organismos y el ambiente. Sea cual sea el nombre que le demos, lo que sí debemos hacer es protegerlos, valorarlos, respetarlos y darlos a conocer”.

¿Y por qué es importante tener claro el significado de las palabras que se utilizan? Sencillamente porque una de las herramientas que tienen los grandes capitales para ocupar nuestro territorio, con todos los bienes, es el de la propaganda, a través de la cual, colonizando las mentes, imponen su modo de producir. Cuando esto ocurre, cuando una multinacional forestal, por ejemplo, presenta cartelería a la vera de una ruta, mostrando un monocultivo de exóticas, identificándolo como “Bosque», está diciendo “este pino elliottis es igual a la Selva biodiversa”, cuando en realidad no lo es. Si aceptamos ese enunciado, estamos aceptando ese modelo productivo que reemplaza al monte misionero, que lejos está de la inclusión, la distribución equitativa y la recuperación y el cuidado de la naturaleza.

Para cerrar, recordar lo importante que son palabras como MONTE o SELVA, y en la misma línea: reviro, yerba mate, tareferos, guaraníes, agricultores, inmigrantes, gurisada y tantas otras, son nuestra identidad cultural, nuestro ADN social y cultural (como lo dice la historiadora Silvia Gómez) y pronunciarlas, ponerlas en valor, es, sin duda, preservar esos bienes, cuidarnos, querernos.

Cristina Besold es periodista, especializada en medio ambiente, editora del sitio www.paranaense.com.ar

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