Denuncian industricidio, pero la UIA «solo salta cuando le tocan el culo a las alimentarias»

«La UIA (Unión Industrial Argentina) salta cuando le tocan el culo a las alimentarias». Esa fue la frase que hizo saltar la térmica entre los grandes industriales y que se replicó en todos los medios. La afirmación la hizo el misionero y titular de la Federación de Madereros (FAIMA), Román Queiroz, tras una reunión del organismo que reúne a los empresarios el martes último. En ese encuentro, tras conocerse un informe técnico interno, Queiroz le reclamó a los dirigentes de la UIA por el silencio que mantienen frente a la situación «dramática» del sector.

Román Queiroz

«Los que manejan la UIA son grandes empresas no fábricas de juguetes, está integrada por federaciones e instituciones e grandes empresas multinacionales como Acindar, Nestlé, Dadone, Ledesma, y los popes que la manejan son CEOS de esas grandes empresas», explicó Queiroz en el programa Contala como quieras, en La 99.3, y relató que «el martes pasado hubo una reunión de Comisión Directiva de la UIA, de la cual soy miembro y parte, y allí se exhibe internamente un informe técnico que muestra la caída estrepitosa del sector y entonces le pregunto al presidente Daniel Funes de Rioja, si el silencio que hacía la UIA ante la gravedad industrial que atravesamos que para mi es un industricidio, como lo fue en la época de Carlos Menem y antes en la el gobierno de los militares, si ese silencio es negligente, estratégico u obsecuente, y eso no gustó y hubo un ida y vuelta de discusiones y les expresé que esta UIA a mi no me representa. No nos podemos callar frente a lo que está pasando, hay mucha gente que se está quedando sin trabajo, hay muchas industrias que están cerrando o están paralizando sus actividades y nosotros, como nexo entre el sector privado y el Estado, tenemos que salir a levantar la voz, no digo salir a pelear ni a patear el tablero sino decir que la industria está atravesando un momento crítico y no hay una expresión del lado de la UIA hacia el gobierno, más bien hay un silencio ensordecedor, vamos a llamarlo así metafóricamente».

Inmediatamente, Queiroz remarcó que, sin embargo, apenas se conoció la decisión del Gobierno nacional de abrir las importaciones para productos alimentarios, la UIA salió inmediatamente a reclamar. «¿Por qué? bueno, la industria alimentaria está manejada por la Copal, la Cámara de alimentos, ahora sí salen porque le tocan sus intereses».

La UIA sacó un comunicado contra el Gobierno de Javier Milei recién cuando el Ejecutivo decidió abrir las importaciones de alimentos para intentar bajar los precios de la plaza local. Decisión que les pega de lleno a las alimentarias nucleadas en la cámara Copal, que también preside Funes de Rioja. 

Queiroz contó que tras el levantamiento que se produjo en esa reunión caliente de la UIA, recibió apoyos, pero también críticas y amenazas. «A mi un ceo me amenazó y me dijo que si no me sentía cómodo en la UIA que me fuera a CAME», aseveró. 

También presidente de la Asociación de Madereros y Afines del Alto Paraná (Amayadap), Queiroz fue consultado sobre la situación actual del sector maderero, respondió que «es angustiante». En Misiones hay unos 650 aserraderos entre chiquitos, medianos y grandes y solamente nueve exportan, está bien, son los más grandes, pero hay 640 aserraderos que proveen al mercado interno y el 70 por ciento de la madera que se produce en Misiones es para la obra pública que está casi paralizada y entonces la consecuencia es una baja enorme en la producción, entonces hay reducción de horas, después suspensión de hora y por último despidos».

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