Misionerismo es masomenismo

Carlos Resio.

Quienes creemos en la construcción colectiva de una sociedad estamos convencidos de que es esencial la participación de distintas miradas para imaginar soluciones para los diversos problemas que presenta un mundo en crisis permanente como es el que habitamos. Es sabido, por histórico, que los caminos únicos llevan casi siempre a callejones sin salida que terminan las más de las veces en fracaso y decepción y que para desandarlo a menudo se destruye, incluso, lo poco de bueno que puede haber dejado, porque los ánimos se negativizan con todo aquello que se identifique con lo que nos llevó hasta ahí. En estos procesos de idea única, donde solo se escucha la voz de un líder y sus exégetas lambiscones, y más aún si son sostenidos por períodos largos, el espejo de la vanidad les devuelve solo la imagen de sí que quieren ver.

Carlos Resio en La 99.3 el 28 de septiembre de 2022

Esta condición está acompañada por un sistema de comunicación pública que responde al esquema oficial llevado por el dinero y la autocensura, y desde las distintas alternativas opositoras, en el caso de nuestra provincia, no se acierta en articular una propuesta que ponga en contradicción las debilidades del modelo monocolor en lugar de señalar superficial y confusamente aspectos personales o intrascendentes de los adversarios en el poder.

De nada sirve decir que tal o cual no debería estar en el poder porque es excéntrico, autoritario o “argel” sino contrastamos sus acciones con las consecuencias para proponer un modelo alternativo. Después del nefasto período menemista y su representación local en el puertismo se inició el ciclo que ya lleva casi 20 años de gobierno del Frente Renovador de la Concordia liderado por quien fue parte y principal integrante del menemismo que encarnara Ramón Puerta y quien transitó la posterior década de crecimiento y desarrollo nacional impulsada por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández más preocupado por construir su férreo poder personal que por proponer un modelo de provincia que saque a Misiones de su histórica postergación, siempre saludando con sombrero ajeno aunque no sin habilidad política. Nuestra provincia fue relegada desde su incorporación al territorio de Corrientes en 1814 y luego, por la hipótesis de conflicto con Brasil, dejada al margen de cualquier inversión en infraestructura como lo demuestra la tardía construcción de puentes y rutas que la comuniquen con el resto del territorio nacional o la exclusión de la red de gas natural de la que gozan las provincias centrales desde, por lo menos, hace 60 años.

Y es en este contexto monocorde en que la provincia ha permanecido entre las 4 más pobres del país, con índices mediocres que solo son resueltos medianamente en Posadas y con alguna dignidad en las ciudades más importantes pero se sigue relegando al resto de la provincia. La impronta marketinera de nombres exóticos como  provincia start up, disrupción educativa, sistema Steam, criptomoneda de la selva y hasta un moderno puerto sin barcos, claro ejemplo del carro delante del caballo, no terminan de definir claramente cuál es modelo de provincia que beneficiaría a las misioneras y misioneros y es porque el rumbo no está enunciado y mucho menos discutido y adoptado por la ciudadanía, sino que son el resultado de decisiones de un misionerismo vacío de contenidos que se parece más a un masomenismo que seguirá así mientras convenga a un selecto grupo de constructores, tecno ceos y latifundistas que concentran el extractivismo en la provincia sin otra idea concreta que los dislates como fueron el proyecto jatrofa, la bodega modelo, la venta de agua del acuífero guaraní o una propuesta de ley de educación que tomaba elementos de al menos 20 países de los más diversos yendo en esta selección de Malasia a Finlandia sin solución de continuidad y que nos dejó sin ley.

Y todo sostenido en brazos de un sistema judicial a medida en el que, como caso curioso, no ha ingresado una sola denuncia de corrupción desde 2003 siendo las sospechas lo que sobran, además de innumerables arbitrariedades en contra de los mas vulnerables y sobre todo si son mujeres. El rasgo que une los elementos de este recorrido de datos es la falta de discusión y debate acerca del horizonte para nuestra provincia por lo cual es impensado imaginar cualquier camino de desarrollo. Esto recuerda al pasaje del libro Alicia en el país de los espejos, de Lewis Carroll, donde el gato de Cheshire le dice a Alicia que no importa que camino tome si es que no tiene decidido donde ir. Y aunque tome el camino que tome siempre llegará a algún lado, quizá no llegue al lugar que le convenga.

Los indicadores nos muestran como una provincia primarizada (el único producto exportable manufacturado de origen industrial que integra a lista de los primeros 10 es el envase tetra pack con un 0,6% de participación en el total de exportaciones siendo el resto Manufacturas de Origen agropecuario como lo son la pasta de papel, la yerba, el té, la madera aserrada y el tabaco- Ministerio de Producción de la Nación 2017); es dependiente del aporte nacional para su funcionamiento (solo el 32% son recursos propios Ministerio de Producción de la Nación 2017); presenta una alta precarización laboral en todos los ámbitos incluso, y en gran medida, en el empleo público, con los ingresos en el empleo privado más bajos del país; poseemos grandes extensiones de monocultivo de bosque implantado en manos de una o dos empresas multinacionales, etcétera. Son rasgos del subdesarrollo.

Esta realidad debe ser transformada para que quienes se encuentran excluidos por este modelo, el 50% de los Misioneros reciben asistencia directa o indirecta del gobierno nacional, tengan la posibilidad de ser incorporados en un nuevo esquema que contemple todos sus derechos y termine con la indignidad de no poder imaginar un futuro para sus hijos e hijas. Y no habrá posibilidad de que esto suceda si no es con su participación directa en la elaboración de planes y estrategias que permitan que esta transformación ocurra rápidamente y en consonancia con un horizonte común para todas y todos. Un horizonte que sea visualizado tanto por quienes hoy no lo tienen como por aquellos y aquellas que por tener su realidad individual medianamente resuelta no imaginan, o no quieren imaginar otro.

Es en este sentido que las organizaciones agrarias con su larga tradición de lucha, el movimiento cooperativista, las entidades e instituciones comprometidas con el cuidado del medio ambiente, las comunidades mbyá que están alzando su voz e incorporando herramientas para ser mejor escuchados y tenidos en cuenta, las organizaciones populares en los conglomerados urbanos con sus propuestas de economía social y solidaria y las organizaciones políticas, partidarias y sindicales del campo nacional y popular están llamados a conformarse en un espacio común en el que se vayan construyendo los acuerdos necesarios para imaginar un destino común. Pero además de imaginar ese destino común hay que elegir los caminos que se transitarán para llegar a tal fin y ese es el principal desafío ya que habrá que conciliar tiempos, urgencias, intereses y posibilidades si perder de vista los objetivos.

Una de las propuestas que se presenta como adecuada y posible es la de la Producción Popular. Un camino que integre a quienes hoy están fuera del sistema o ya participando en experiencias en esta dirección con los sectores de formación profesional para un verdadero proceso emancipatorio. Hay numerosas experiencias en desarrollo en todo el país. Por ejemplo, el Ingeniero Enrique Martínez, ex presidente del INTI durante el último gobierno de Cristina Fernández, lo impulsa desde el Instituto de Producción Popular. También hay provincias que han creado sus propias empresas de alimentos que incluso exportan; comunidades que han resuelto graves problemas de logística implementando soluciones como son las usinas lácteas municipales resolviendo el ridículo hecho de que un litro de leche en nuestro país recorre 1000 km en promedio hasta llegar a la mesa del consumidor; también hay cooperativas de trabajo en los más diversos rubros para servir a sus comunidades o produciendo objetos de consumo. Y estos es solo algunos de los caminos que son paralelos y se tocan. Pero si no trabajamos para que las mayorías se comprometan con un destino común en el que nos sintamos incluidos será difícil elegir los caminos correctos ya que no tendremos donde ir. De ser así seguiremos viendo, como espectadores mudos, a los gobiernos inaugurando puertos sin barcos, seguiremos trayendo el 70% de lo que comemos desde otras provincias y seguiremos viendo carteles con anuncios grandilocuentes que no serán más que la fachada de cartón de un set cinematográfico para una película en la que no somos ni actores de reparto.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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