La mafia avisa

La mafia avisa, y cumple

El domingo decíamos, sobre el curso de la operación minuciosamente organizada contra Cristina Fernández de Kirchner, y destinada a domar al peronismo, que había que tomar este anuncio publicado por Morales Solá en La Nación:
«La teoría de que un senador tiene fueros hasta la sentencia definitiva podría resultar fatal para la carrera política de muchos dirigentes peronistas».
Al día siguiente, lunes, el gobernador salteño Urtubey, más macrista que muchos macristas, dice que los fueros de Cristina deben ser eliminados. ¿Dónde lo dice? En el programa de Morales Solá en TN (bueno che, un poco desprolijo, sí, no se puede organizar todo).
Y dice que su hermano, el senador que descubrió la «violación sin violencia» y goza de impunidad por ese acto de barbarie, votaría por la suspensión de los fueros.
¿Será por convicción? Probablemente, si bien no hay que descartar carpetazos, más difíciles en este caso porque hay no pocas versiones de negocios compartidos entre los Urtubey y los Macri, incluyendo generosas sesiones de tierra, en un fárrago de negocios que no sabría decir si algún ex chofer anotó en algún cuaderno que luego se prende fuego.

La mafia avisa

El batallón de columnistas de Clarín, La Nación, Infobae, apunta fuertemente en las últimas 48 horas a lo que todos sabemos: la operación cuadernos tiene como objetivo a Cristina Fernández de Kirchner. Pero no solo eso, también intervenir profundamente en el peronismo.
Los que se sumen al dispositivo en el poder, serán tolerados. Todos los demás irán al infierno con Ella.
Esto es lo esencial de varias notas de estos días, aunque por supuesto uno podría detenerse en detalles, fintas, grotescos, como contar jocosamente que el juez pistolero mantiene a los atildados empresarios en lugares con olor a excrementos y muerte, y luego consigue que se «arrepientan», es decir que digan lo que él necesita que digan.
Pero lo principal de la operación la explica con claridad este domingo Joaquín Morales Solá, en La Nación:
«La teoría de que un senador tiene fueros hasta la sentencia definitiva podría resultar fatal para la carrera política de muchos dirigentes peronistas».

Una vez más, ella

Este viernes, por pura casualidad, Clarín y La Nación son transmisores de la misma información y la misma estrategia: Centeno, el ex chofer estatal que escribió supuestamente cuadernos que no están, vio en Olivos a Cristina: la vio pasar, la vio en jogging, iba por el jardín, saludaba, pasaba de la casa a un chalet lateral, volvía, pasaba otra vez por el jardín, saludaba, se sumaba a reuniones, iba en jogging. Todo lo cual demuestra que es culpable de asociación ilícita.
En una causa que en teoría está bajo secreto de sumario, «periodistas» de ambos diarios acceden a todos estos detalles reveladores. Se ve que el juez, además de ser pistolero, tiene la lengua suelta para hablar, además de que la tiene para lamer a quienes diseñan sus acciones.
Y como el objetivo es de fondo y esta gente no descansa y está buscando asegurarse el resultado de 2019, viene una etapa «superior» de esta maniobra: «habría» un video, que «estaría» en manos de un montón de empresarios, de la AFI y de la «Casa Rosada», en el que Daniel Muñoz, ex secretario de Néstor, se «declararía» testaferro de Néstor. Y el video «se conocería» en las próximas semanas.
Es decir, siguen trabajando en el calendario electoral.

¿Qué democracia?

El burro (que es burro pero también es estafador, evasor de impuestos, lavador de dinero, etc. etc.), dijo que «no importa el resultado» de hoy, porque «gana la democracia».
¿A qué le llamará democracia este mamarracho? Porque democracia se puede llamar un sistema que instituye derechos, que van avanzando conforme transcurre el tiempo.
Sr. burro: un sistema que niega derechos no es una democracia que avanza, sino una democracia que retrocede, que se achica, que se hace más pobre y miserable, hasta que su pomposo nombre queda vacío de contenidos.
Democracia es no privar a la población de salud pública.
¿Sabrá todo esto? Me es indiferente: poco y nada resuelve el burro en el país, y solo intenta salir indemne: si se avanzara hacia el derecho, se anotaría el poroto. Si el derecho es negado, que es lo que siempre deseó como dijeron sus colaboradores, cae en este insulto de decir que no importa el resultado. Que es confesar que no le importa el cuerpo de las mujeres, no le importa la vida de las mujeres de una práctica ilegal que es, además, un fabuloso negocio privado.
En fin, ya sabemos quién es este burro. Todo lo que busca es declararse padre de la democracia.

Miguel Angel, colaboracionista

No se demoró nada el senador Pichetto en obedecer lo escrito viernes, sábado y domingo en las columnas principales de Clarín y La Nación, que advirtieron que el peronismo blanco «no puede quedar pegado», como tecleó Kirschbaum.
Así que actúa otra vez como colaboracionista del poder y declara que Cristina Fernández de Kirchner «debería decir ‘acá está la llave'», para que el juez pistolero haga lo que quiere hacer en su casa y en su despacho.
Pagni en La Nación, Fioriti en Clarín, entre otros integrantes del batallón, vienen empujando para aislar al kirchnerismo con esta operación pero también para condicionar al PJ bueno, cuya máxima expresión es Pichetto.
Miguel Ángel va y cumple, hace los deberes, le da credibilidad a la opereta de los cuadernos que ya no están.
Tal vez crea que con esto gana políticamente.
Tal vez crea que con esto se salva, que el poder no se va a lanzar contra él, lo cual demostraría: a) que está desesperado por avanzar y dispuesto a entregar todo lo que se le exija; b) que es un pobre infeliz, creyendo que esta mafia nacional e internacional cumple los pactos; o c) que tiene miedo, mucho miedo.

CALCATERRA, QUE ES MAURICIO, desmiente los «cuadernos», pero aún así sale premiado con la libertad.
Él pactó lo que tenía que decir en reunión con Macri, en sede oficial. Va ante el juez independiente y dice lo pactado, y aunque no tiene nada que ver con el motivo de la indagación ni con lo escrito en los supuestos cuadernos, ayuda a darle credibilidad a la operación.
Por eso Clarín y La Nación no ponen en lugar visible que Calcaterra (que es Mauricio) de hecho desmintió lo que dicen los supuestos cuadernos (que ya no están): afirmó que puso unos pocos billetes para financiar campaña electoral, no millones y millones que Cristina tiene guardados.
Clarín sí pone en su portada que Macri se jacta de la colaboración del primo como expresión del «cambio» en la Argentina.
A continuación los guerrilleros virtuales del macrismo, sotenidos por Marcos Peña, gritan que ahora hay transparencia y poder judicial independiente, el «cambio» que publicita la prensa oficial.

Semana a semana el periodista y escritor Hugo Muleiro repasa con detenimiento las columnas de opinión y análisis de los principales medios gráficos de mayor alcance nacional en tanto hegemónicos.

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