El cura Barros invita a mirar en la pobreza los rostros del dolor
Las estadísticas de la Universidad Católica Argentina (UCA) que indican que la probreza alcanza al 57,4 por ciento de los argentinos y argentina son número «muy duros que se traducen después, en el territorio, en rostros concretos, niños, niñas, adolescentes con rostros bien concretos, con vidas concretas, con dolores bien concretos y la verdad que es una situación más que dolorosa que se ha profundizado y notablemente en estos últimos tres meses», aseguró el sacerdote Alberto Barros, responsable de Cáritas en Posadas.
«Algunas estadísticas son durísimas, no hablar que siete de cada diez chicos son pobres en Argentina, muchos de ellos en situación de indigencia, millones de menores en esa situación, son estadísticas muy duras que eso se traducen después en el territorio en rostros concretos, niños, niñas y adolescentes con rostros bien concretos», subrayó el sacerdote en el programa Contala como quieras, en La 99.3, y añadió que «si ya antes había problemas en cuanto a situación de pobreza, hoy es muchísimo peor, el deterioro rápido que se ha dado en estos tres meses no solo de un aumento en la cantidad de personas en situación de pobreza, sino en una calidad de vida cada vez peor y que ya es una dificultad gigantesca de acceder a alimentos básicos y ni hablar de los medicamentos. Realmente ha habido un deterioro en la calidad de vida de los más pobres que es alarmante, y también de una clase media sencilla que hoy desgraciadamente forma parte del mundo de la pobreza»
Esa clase media sencilla como la menciona Barros, «empieza a buscar asistencias sea en espacios de meriendas en las distintas Cáritas parroquiales, sean sobre todo medicamento y alimento que son las dos cosas que los obispos argentinos les reclamaron al Presidente».
«Los obispos lo dijeron en una nota muy interesante donde recordaban que el alimento no puede ser una variable de ajuste económico. A nadie se le puede negar un plato de comida» que Cáritas ofrece en Posadas en cinco espacios de merienda, pero que también se afrecen en los comedores comunitarios de las organizaciones sociales, «sobre los que se dicen muchas mentiras», apuntó Barros y dijo que «con ellos nos encontramos en los barrios y sabemos que ya no dan abasto en los comedores, que ya no reciben la ayuda del Gobierno nacional como no la estamos recibiendo en Cáritas».
Más adelante, el cura insistió en que «ahora estamos muchísimo peor, entiendo que mucha gente buenamente apostó a que las cosas iban a cambiar y creo que esta es una gran estafa electoral en la que muchos creyeron» pero «estamos en un sistema democrático totalmente, pero creo que apostaron a que se termine con la casta la política, esa cosa medio en la nube, que en boca de quienes gobiernan son conceptos bastante raros y bastante manipulados. Pero mucha gente creyó en algo distinto a lo que está viviendo ahora y hay mucha gente que está empezando a darse cuenta que no era lo que esperaron».
Barros también lamentó que haya «ciertos sectores más fanáticos de un lado de otro y yo lo he dicho, y me hago cargo de que hay un grado de violencia política muy fuerte institucional. Cuando uno ve al mismo Presidente con actitudes muy violentas en las redes sociales, en los medios de comunicación, con insultos, de calificaciones no solo al mundo de la política, no sólo a gente supuestamente aliada a él, sino a ciudadanos comunes como artistas, gente de la cultura», y añadió: «el otro día, en el colegio católico al que asistió fue muy vergonzoso, me dio vergüenza ajena». Para el sacerdote, el gobierno de Milei «es un gobierno que tiene mucho de inhumanidad, de insolidaridad, de una profunda incapacidad de comprender el dolor del otro y que sólo habla de números, de déficit cero, como si no hubiera seres humanos en el medio y desde ahí se autofacultan la posibilidad de insultar, de degradar, mentir por y muchas veces poner palabras muy estigmatizadoras sobre la gente que no es cierto. A mi me impactó lo del colegio, un chico al lados e desmaya y ni siquiera acercarse».
El triunfo de Milei en las elecciones «es consecuencia de una crisis muy grande. Es una persona que nunca estuvo en la política, se la pasaba de panelista en la televisión, sin ninguna estructura de nada, todo palabrerío, discurso, contradicciones, fantasías, es un personaje emergente de una gran crisis que supieron vender muy bien y sobretodo los jóvenes se entusiasmaron con el personaje», pero «creo que al personaje lo utilizan, se ve en los personajes que ya estuvieron en gobiernos anteriores, responsables de la deuda gigantesca que se tomó en su momento con el Fondo Monetario, no son nenes de pecho, los que están alrededor son la casta más rancia, inclusive son financistas, gente que tiene que ver con ese mundo pero que parecería no tiene ni idea lo que es el mundo de la industria, las pymes, la educación, la cultura, es el mundo de las finanzas gobernando la Argentina, de las ganancias de los grandes personajes, las corporaciones tanto nacionales como internacionales, y este Presidente es funcional a todo ese mundo».
