Distopía
(Carlos Resio) En la novela Farenheit 451 de Ray Bradbury, 1953, el capitán John Beatty, jefe de bomberos,por orden del gobierno quema libros con placer y en sus diálogos utiliza innumerables citas literarias seleccionadas cuidadosamente. Beatty es un gran lector ¿Cómo se explica la paradoja? El jefe de bomberos odia las contradicciones que los libros ofrecen a la sociedad pero utiliza su propio conocimiento erudito adquirido a través de la lectura para sostener un régimen opresor a través de la manipulación y la violencia.
Cuando uno de sus lugartenientes, GuyMontag, comienza a dudar acerca de la necesidad de destruir los libros, el capitán Beatty,quien advirtió el cambio de actitud en su subordinado, intenta disuadirlo y en su famoso monólogo entre otras cosas le dice:
“No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee, que no aprende, que no sabe. Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de uno misma cuestión,para preocuparle; enséñale solo uno o, mejor aún, no le des ninguno.
Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando las letras de las canciones más populares, o los nombres de las capitales de Estado. Atibórralos de datos no combustibles, lánzales encima tantos «hechos» que se sientan abrumados. Entonces tendrán la sensación de que piensan, tendrán la impresión de que se mueven sin moverse. Y serán felices. No les des Filosofía o Sociología para que empiecen a atar cabos.”
Traigo este relato a cuento de lo publicado por la subsecretaría de culto de la provincia de Misiones en su página oficial de Facebook en la que festeja el hecho por el que cuatro diputados nacionales votaron en contra del proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo. En la publicación, que es un escándalo, se aplaude el voto en defensa de “la vida” por parte de los diputados, se destaca la preocupación del organismo por “la vida” y, como si con esto no alcanzara, acompaña un sello al pie donde dice Juntos por “la vida” – Frente de iglesias e instituciones de todos los credos contra la despenalización del aborto. Tampoco la estética elegida para el diseño tiene desperdicio.El sello celeste de“salvemos las dos vidas”ocupa el centro de las fotos de los 4 agasajados yel dibujo de dos huellas de pies, supongo fetales, con un corazoncito en el centro pone un toque de ternura. No se privaron de ningún recurso de repugnante manipulación.
Este cartel también está acompañado de citas bíblicas amenazantes y premoniciones de justicia divina contra las diputadas que votaron en contra. Notemos este detalle no menor, los aplaudidos son cuatro hombres, las merecedoras de la furia divina dos mujeres. Aquí otra contradicción, quien dirige la inquisidora subsecretaría es otra mujer. Muy activa militante cristiana por otra parte. Lo que no tendría nada de malo si dirigiera una iglesia pero en este caso dirige un organismo público que se supone que debe propender a la libertad de culto. El sitio es un espacio de proselitismo cristiano y ocurre como si fuera lo mas normal del mundo. No séque diremos cuando se obligue a las mujeres a usar cofias en público como vimos en la serie El cuento de la criada en que las mujeres eran utilizadas solo como objetos gestantes ente otras inquietantes circunstancias.
Esta violenta e inaceptable publicación por parte de un organismo de un estado laico, que creo que en este caso se pasó de la raya, forma parte del embate sistematizado que sectores conservadores religiosos, la derecha política y quienes sonla consecuencia de los mecanismos descriptos en la novela de Bradbury están llevando a cabo nuevamente contra el proyecto de ley que otorga derechos y se ocupa de una función indelegable del estado como lo es la salud pública.
Las contradicciones, las caras crispadas de odio, los discursos vacíos y a veces vergonzosos de quienes a muchas veces pierden la compostura para atacar la propuesta de IVE no muestran más que una agónica y retrógrada intención de retrasar lo que mas temprano que tarde se producirá.
Entiendo que muchas veces, las razones no están en la mente de las personas sino en las tripas. Esto explica los gritos, las admoniciones infernales y los crucifijos y fetos de papel maché en alto de las manifestaciones callejeras pero también, y lo que es mas grave, en “expertos” y legisladores. La construcción cultural de dominio patriarcal y menoscabo de las mujeres que los espacios conservadores, la iglesia católica y las evangélicas sostienen está crujiendo por el efecto de décadas de lucha feminista pero no termina de caer a pesar de que esa lucha esta sumando el apoyo y compromiso también de varones y sectores que antes habían sido remisos.
Farenheit 451 es un libro que debería estar entre los de lectura obligatoria en todas las escuelas del país porque ahí se nos advierte que una sociedad anestesiada, en nuestros días por las redes sociales y la telebasura, es tierra fértil para naturalizar la porquería publicada por la subsecretaría de culto provincial y otras preciosuras gubernamentales sin que a haya reacción.
En este sentido, en nuestra provincia se pueden ver claramente rasgos preocupantes. La publicación mencionada es apenas la punta de iceberg. Quien conduce el espacio gobernante, el conductor, ha logrado hábilmente quedarse con el poder político real en la provincia consiguiendo además que ninguna expresión opositora le haga sombra. Sus sucesivos gobernadores expresan su pensamiento hegemónico y van en línea con él. El actual gobernador se ha declarado fervientemente en contra del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. Asimismo, el actual ministro de salud llegó a dudar del hecho que indica que el embarazo de una menor no puede ser resultado sino de una violación. Asimismo, antes como legislador, presentó un proyecto para declarar provida a la provincia, esperpento que no prosperó por lo absurdo de su texto.
Los discursos grandilocuentes, impostados y vacíos, llenos de frases y títulos coloridos pero sin sustancia, así como la invención de nuevos organismos oficiales, como el del cambio climático, no son sino abalorios que intentan esconder la mediocridad en que está sumida nuestra provincia mientras unos pocos empresarios privilegiados llenan sus bolsillos concentrando la obra pública, la producción extractivista y el negocio financiero. Tampoco causan estupor las vergonzosas actuaciones del poder judicial, los atropellos policiales en el espacio público, el despojo y abandono de las comunidades originarias, los miserables sueldos de docentes, jubilados provinciales y empleados públicos en general y la agresión al medio ambiente que tanto dicen defender.
En nuestra provincia, en los últimos 20 años no hizo falta quemar libros, solo bastó con mostrarnos solo un aspecto de las cuestiones, atiborrarnos con hechos que no nos competen y entretenernos con redes sociales y medios afines y hegemónicos para hacernos creer que nos movemos sin movernos. El capitán Beatty estaría orgulloso.
Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3