Despedir, para desmantelar

(Por Mariquita Torres) Sin otra razón que el desmantelamiento de los medios públicos, como viene haciendo desde diciembre de 2015, Hernán Lombardi apretó el acelerador, hincó el cuchillo hasta el tuétano y a los centenares de despidos que ya ejecutó en Radio Nacional y la Televisión Pública, este martes sumó los telegramas de despido a más de 360 trabajadores de la agencia estatal de noticias y publicidad Telam sin ninguna causa laboral que justifique el ensañamiento del funcionario que, al mismo tiempo, insiste en hacer cargo de la perversa decisión a «la pesada herencia».

Frente al avasallamiento a sus derechos de trabajar, las y los trabajadores de Télam iniciaron un paro total de actividades con ocupación y permanencia pacífica en las dos sedes de la agencia en Buenos Aires y realizaron una asamblea masiva frente al histórico edificio de Bolivar y Belgrano en la Ciudad de Buenos Aires.

Allí, dolidos, angustiados, rabiosos, recordaron las exitosas experiencias que revirtieron los cierres de la misma agencia en 1996 y 2000 (cuando la agencia también era presidida por Rodolfo Pousá, el actual presidente) y se comprometieron «a pelear por defender la existencia de Télam y los medios públicos».

En un comunicado, los trabajadores destacaron que «con un extraordinario nivel de cinismo y perversión, Lombardi anunció los despidos masivos como una buena noticia, con un llamado a construir una ‘nueva Télam’ luego de promover una suerte de limpieza ideológica de aquellos trabajadores que -dijo- ingresaron en el gobierno anterior». El funcionario no hizo más que repetir los argumentos que esgrime desde hace dos años y medio y que los trabajadores calificaron de «insostenible y falso», porque «los despidos consumados hoy responden a trabajadores de todos los sectores, de toda antigüedad, de todas las pertenencias políticas», y subrayaron que «lo que hay es un desguace: un proyecto para desmantelar a los medios bajo gestión estatal y entregar el sistema de medios en favor del capital concentrado de la industria».

Dos años y medio lo desmienten

«Con el menemismo dejaron de trabajar dos tercios de los que éramos porque a todos los que finalmente se fueron casi los obligaron a acogerse al retiro voluntario o la jubilación anticipada». Con esa aseveración los trabajadores de Radio Nacional Puerto Iguazú contaban en 2009 cómo en la década de los 90 se produjo en esa emisora el desmantelamiento de trabajadores y de equipamiento hasta dejarla en absoluto silencio durante casi una década.

Después de la fenomenal recuperación de las 49 emisoras de Radio Nacional y la Televisión Pública entre 2009 y 2015, con requipamiento de última generación y el ingreso por concurso de profesionales de las comunicaciones como nunca antes, «ahora nos vuelven a ofrecer el retiro voluntario o la jubilación anticipada», cuentan los trabajadores de las mismas 49 emisoras de Radio Nacional que al tiempo que se recuperaban en la gestión kirchnerista lograban instalarse entre las primeras en audiencia en todo el país, también como nunca antes.

Los actuales despidos encubiertos como «retiros voluntarios» o «jubilaciones anticipadas» se suman a los despidos sin causa (o con la causa de la persecución política y el desmantelamiento) de los periodistas, locutores o administrativos ingresados por concurso y que dirigieron las emisoras en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

La programación actual de esas emisoras, como la de la TV Pública está a la luz: las radios retransmiten a Radio Nacional Buenos Aires en la mayor parte de sus franjas horarias y los pocos programas propios son meras propaladoras del discurso binario de odio y discriminación que replican de los medios hegemónicos sin ninguna posibilidad para que las voces dicidentes tengan espacio alguno por pública decisión de sus directores, mayormente de profesiones u oficios ajenos a las comunicaciones.

Las radios nacionales como la TV Pública no solo se recuperaron y destacaron ante la audiencia entre 2009 y 2015, también fueron gestionadas con transparencia, honestidad y mucho compromiso. A ningún despedido sin causa se le pudo adjudicar un solo hecho que cuestionara su desempeño, todo lo contrario. Y tanto es así que el mismo Lombardi no pudo más que admitir en la Comisión de Libertad de Expresión del Senado que «se los despide porque fueron parte de la gestión kirchnerista». Así nomás.

Y así nomás fue avanzando en el desmantelamiento de los medios públicos hasta hincar el cuchillo hasta el hueso con los más de 360 despidos que se conocieron este martes en la agencia estatal Telam.

No busca reestructurar nada. Las 49 emisoras de Radio Nacional y la TV Pública, y los canales de excelencia Encuentro, Paka Paka, IncaaTV y DeporTV son el más fiel testimonio de hacia donde está llevando Hernán Lombardi a la agencia de noticias y publicida Telam. Así nomás.

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