La ofensiva editorial vuelve a la economía

La defensa a ultranza de intereses empresariales ante medidas sobre los precios es uno de los elementos con los que la oposición mediática reinstala la ofensiva en el plano económico. Se repite un clásico en los espacios informativos y de opinión de los medios “grandes”: socavar la autoridad del ministro Guzmán mientras negocia en el frente externo, para debilitarlo cuanto sea posible.

(Por Hugo Muleiro para COMUNA y La 99.3) Después de varias semanas en las que los esfuerzos propagandísticos se centraron en el plano judicial y contra la vacunación, estos ejes se mantienen pero cedieron espacios para repetidos pronósticos de hecatombe económica inminente, choque con el Fondo Monetario Internacional y la medianamente sutil reaparición de presiones para devaluar.

Hugo Muleiro en La 99.3 el 22 de marzo de 2021
Hugo Muleiro

En crónicas y notas de opinión, Clarín, Infobae y La Nación aceleraron fuertemente, en cantidad y verbo: tonos de indignación ante iniciativas oficiales que no se ven siquiera en gacetillas y documentos de cámaras empresarias y expertos afines.

La Nación gritó su espanto el martes, porque las y los adolescentes podrán reclamar por déficits o estafas en servicios. Al día siguiente, Clarín orientó a la manada con el título “Otro avance sobre las empresas”. Copiaron la queja los demás medios integrantes del dispositivo, contra el requerimiento de información sobre costos, stocks y precios.

Críticas, malestar y espanto de los “inversores” son figuras que pulularon sin pausa, más el pronóstico de fracaso en la búsqueda de acuerdo con el FMI, como escribió Pagni en La Nación, ensañado especialmente con el Presidente, a quien reprochó el “grito de guerra en la campaña”, contra el organismo internacional.

El tema fue puesto en la matriz automatizada de “análisis”: Cristina Kirchner pone condiciones, por un diseño que Bonelli atribuyó en Clarín al siempre acusado gobernador bonaerense: “El plan Kicillof complica a Guzmán”, lanzó el viernes, adjudicándole principalmente la medida sobre precios anunciada por Paula Español.

Son “ideas que ya fracasaron”, tipeó. Salpimentó con la visión caótica del Frente de Todos en una variante de culebrón televisivo: Kicillof siente celos cuando la Vicepresidenta habla con Guzmán y que lo haya “desplazado de sus preferencias”. Como es un guión de cuarta, todo vale: el domingo Van der Kooy no coincide con Bonelli sobre el lugar especial de Guzmán dice que Kicillof le “dicta” a Cristina Kirchner.

Nada mejor que un ministro de Economía bombardeado cuando tiene que negociar con acreedores: Clarín, Infobae y La Nación usaron esta fórmula con máxima intensidad durante 2019, durante la renegociación de la deuda privada, anunciaron más de una vez la salida del ministro. Los acreedores, decían Bonelli, Pagni y Letjman en Infobae, buscaban canales directos con el presidente porque ya no querían ni hablar con Guzmán.

La fantasmagórica figura de “analistas” que hablan para robustecer líneas editoriales es usada el sábado por Ruiz en La Nación, para decir que “pocas veces vieron tanta frustración y decepción en la comunidad inversora con el país”.

Van der Kooy refuerza el domingo dándolo al Presidente como retirado de la gestión económica. “La mano del gobernador” está en la decisión de los precios, escribió, igual que Liotti en La Nación. Y también en Clarín, Burgo coquetea con el reclamo de devaluación: dice que “el cepo no da para mucho más”.

Morales Solá repite la dosis contra Paula Español, y también ubica detrás a la Vicepresidenta, mientras Infobae escolta en nota de Pablo Wende: “Tensión con empresarios”. Igual que los demás, sostiene que el crecimiento no se consolidará si sigue la restricción de dólares.

El tratamiento del tema judicial está en los términos archiconocidos y siempre reiterados, con especial agresividad contra Soria, propuesto como ministro y bautizado “talibán” por González de Clarín. “Indecisión”, “demora”, “zigzagueante”, “tibieza”, “desgaste” son palabras lanzadas contra el Presidente en este tema, con la más brutal definición de “barrilete sin cola” estampada por Pagni.

Estos espacios siguen redescubriendo a la saliente Losardo como una querible “moderada”, después de meses de endilgarle el intento de agradar a Cristina Kirchner como único rasgo de gestión.

A la vez, ocultaron en artículos fugaces y prácticamente inhallables la muy complicada situación del presidente de la Corte, Rosenkrantz, por sus relaciones estrechas con el asesor macrista Rodríguez Simón, pivote en el ataque al Grupo Indalo. Unos pocos artículos para decir que era una relación de amiguitos que se quieren mucho.

Solo Morales Solá toma con un poco más de transparencia el trabajo de defensa del supremo. Tras la consabida coartada de la “amistad”, habla de acciones “extrañas” de María Servini de Cubría en esta causa. Inquietante para esta jueza, porque ya se sabe lo que le espera a magistrados que osen investigar, aunque sea a medias, las denuncias contra el macrismo.

Muy incómodo fue también para estos medios el secuestro de la niña en situación de calle en el feudo del PRO y Cambiemos, la sacrosanta ciudad en la que nunca encuentran problemas ni conflictos, salvo manifestaciones opositoras. Para colmo, la niña fue hallada en el territorio del odiado gobernador: mala noticia para Clarín, que la retuvo en un modesto tercer plano durante media hora, mientras para Ámbito, La Nación, Télam, Infobae, Página/12 y cuanto medio en línea uno mirara era, obvio, el título principal.

Concurrió el ministro Sergio Berni a echarles una mano: armó un escándalo dentro de su lógica de confrontación con la ministra Frederic y le dio pasto a las fieras, que seguían gozando del espectáculo, con toda satisfacción, en las notas del domingo.

Tampoco Macri con el libro que lleva su nombre les resultó del todo bien. Casi no ingresa a las columnas de “análisis”, salvo críticas cautelosas de González en Clarín, de Tenembaum en Infobae y una mención de Fernández Díaz en La Nación en la nota que, como en 9 de cada 10 que publica, empieza con Borges.

Por supuesto, sigue la cantinela contra el plan de vacunación, que reemplazó la furiosa embestida contra la Sputnik V. En tren de confesar deseos, Capdevila en La Nación dice que un avance en este plano no dará buenos resultados electorales al oficialismo.

El 21 de Marzo es el Día Mundial de la Poesía, instituido por la UNESCO. Y tal vez este hecho haya esparcido impercetibles estímulos para las ensoñaciones. Aún así, imposible explicar la comparación de uno de los Wiñazki entre la bicicleta de la niña secuestrada en Ciudad de Buenos Aires y la bicicleta de la película “ET”. Parece difícil de creer, pero no encontró otro camino para desembocar en el “razonamiento” según el cual la culpa por los hechos es de la “clase política”. Eso sí: una “clase política” que no se llama PRO, ni Cambiemos, ni CC, ni UCR, ni Rodríguez Larreta, que no son nombrados.

Tal vez hubo búsqueda poética también en Liotti de La Nación. Al cumplir con la orden de ataque a la secretaria Español por las medidas sobre precios, tipeó: “Muchos vieron detrás la mano invisible de Kicillof”. Ver manos invisibles es, a qué negarlo, un prodigio poético.

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