Gran Hermano y los estereotipos que sobreviven a pesar de…

El inicio de la nueva edición del programa televisivo Gran Hermano invitó a Amanda Lozina a analizar los discursos de las participantes mujeres en relación a los estereotipos contra los que batallan los movimientos feministas de la Argentina y del mundo. «Solo voy a repetir algunas de las frases de chicas participantes del programa para que podamos advertir cuánto falta aún para romper esos estereotipos», apunto Amanda en su columna del viernes 21 de octubre.

Amanda Lozina en La 99.3 el 21 de octubre de 2022

«Anote estas frases: !Me presenté en once certámenes de belleza y no quedé ninguno!; otra: ‘no salgo a comprar el pan sin estar maquillada’; otra: ‘soy muy buena convenciendo a la gente’ y la cámara hace un plano de sus pechos. También escuché: ‘lo único que quieren bailar las nenas es reggaetón’; otra: ‘seguro de alguien me enamoraré, soy muy enamoradiza’; otra: ‘no entiendo la bisexualidad’; otra: ‘yo quería ser linda para ser aceptada y realmente operarme las lolas me cambió la vida’; otra: ‘soy caprichosa’; otra: ‘soy muy insegura conmigo misma’; otra: ‘en mi valija no puede faltar el maquillaje, las cremas y las cosas para el pelo’: otra: ‘necesito mi almohada de banana que es con la que me siento a llorar cuando necesito llorar'», detalló la columnista y mencionó a la participante de Misiones como «la más diversa» y a otra que se identificó como lesbiana «y da la impresión que con la misionera y con la lesbiana el programa cubre así el cupo LGBTIQ+»

Por otra parte, destacó que «hay una profundización de estereotipos de sus cuerpos. Además, no hay ningún cuerpo gordos, ni hablar de que no hay cuerpos afro, no hay personas con alguna discapacidad como la movilidad reducida o alguna discapacidad visual, hay cuerpos bien hegemónicos en su gran mayoría de personas blancas. Estas cosas no son casuales, aunque yo pensé en algún momento, ilusa, que luego de 10 años se lanzaba nuevamente Gran Hermano y con la legislación y las movilizaciones feministas algo iba a pasar por esos movimientos que se fueron dando, incluso en las mismas empresas privadas no solo en lo público que se sienten condicionadas o con la responsabilidad de hacerse cargo de la discusión de la diversidad, pero en el Gran Hermano», con lo cual opinó que «se sigue perpetuando en la industria cultural este tipo de cuerpos y esto impacta de manera negativa y de manera muy silenciosa, sobre todo en infancias y adolescencias».

Enseguida mencionó que «este país es uno de los países con mayor cantidad de problemas de obsesión por la belleza y de conductas alimenticias», asi que hay que imaginar cuánto impacta otra vez el refuerzo de estos estereotipos. Ha pasado Ni Una Menos digo, hay un montón de cosas que se han dado, y con este programa siento que vivo en una burbuja en donde yo creo que hay cosas que están pasando y a la vez cuando vas a la pantalla nos vienen a cachetear con esta realidad».

Amanda Lozina

En su tésis de grado en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, junto a Pilar Miguez Iñarra, Amanda y Pilar, ambas misioneras, fueron distinguidas por la producción y edición del cuadernillo «Hablemos de ESI, una caja de herramientas para trabajar en el barrio». Con ese y otros antecedentes, en su columna semanal Hablemos de ESI, en el programa Contala como quieras, en La 99.3 de Posadas, Amanda analiza, reflexiona y ofrece herramientas para el abordaje de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral sancionada en 2006,  que establece el derecho de todos los estudiantes a recibir contenidos de educación sexual de manera integral en todas las escuelas del país desde el Nivel Inicial hasta la formación técnica no universitaria. Esta ley da origen al Programa Nacional de Educación Sexual Integral.

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