Transexualidad en el deporte

En 1975 Reneé Richards, tenista estadounidense, solicitó la inscripción al US Open en su categoría femenina después de asumir su identidad sexual tras haber competido anteriormente en ligas masculinas. No sin polémicas, y hasta con fallos judiciales de por medio, trajo a escena un debate históricamente postergado: la transexualidad en el deporte. 

Tras ella otrxs deportistas se empezaron a abrir rumbo en un ámbito hostil y a partir de las luchas dadas se han logrado pequeños avances. En el 2003 el Comité Olímpico Internacional admitió la participación de deportistas transgénero siempre y cuando se hayan sometido a una cirugía y al menos dos años de terapia hormonal. En el 2015 se modificaron algunos aspectos eliminando de los requisitos la intervención quirúrgica y también se establecieron reglas específicas al tratarse de mujeres transexuales, a quienes se les exige un nivel determinado de testosterona en los 12 meses previos a la competencia. 

Por otra parte, otro punto polémico de la reglamentación del COI es que la deportista que declare que su identidad de género es mujer no podrá cambiar de género en el ámbito deportivo durante, al menos, cuatro años.

En el bloque deportivo de esta emisión de Despertar y Sacar La Voz traemos el debate de la transexualidad en el deporte buscando sacar de escena el binarismo al que nos empujan las estructuras históricas y actuales. Para esto utilizamos un informe realizado por estudiantes de periodismo deportivo de un instituto en San Luis que cuentan la historia de Mía Gamieta jugadora de Hockey y también dialogamos con Tomás Cañete quien practica Judo y Defensa Personal en la ciudad de Oberá Misiones.

Bloque Deportivo, Despertar y Sacar La Voz (14/4/21)

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