“… uno mismo con otro cuero”

Por Carlos Resio.

Atahualpa Yupanqui le contó a Joaquin Soler Serrano, aquel entrevistador de la tv española que a fines de los 70s realizaba esas hermosas entrevistas a personajes de la cultura universal,que una vez, siendo niño y en una reunión entre paisanos, le preguntaron a don Faustino Leiva ¿que era un amigo para él? El consultado, después de reflexionar, dijo que para él un amigo es uno mismo pero con otro cuero, con otra piel.

Carlos Resio en La 99.3 el 12 de abril de 2023

Recordé esta anécdota, que contada por Atahualpa nunca se olvida, mientras escuchaba en la entrevista que en este programa se le hizo, a propósito de su participación en la lista de diputades provinciales del Frente Amplio de San Ignacio, a Bernardo Acosta representando a tantas comunidades Mbyá de nuestra provincia. La recordé porque al escucharlo sentí un poco que para que la declamada democracia sea genuina lo que contaba Bernardo tiene que sentirse como en uno mismo, como que nos pasa a nosotros pero en otro cuero. Así dicho en esa frase tan luminosa “la patria es el otro”. Pero no es lo que está pasando en general en la realidad.

El contexto en el que estoy planteando esta idea es en el que la legislatura de Mendoza, institución fundamental de esta democracia, acaba de dictaminar la No argentinidad de los mapuche, de la misma forma que el nazismo determinó que los judíos no eran alemanes. Pocas cosas me resultan más repugnantes para el concepto que tengo de democracia. Además de la ignorante aberración conceptual de tal sentencia queda clara la mezquina intención material para evitar que se les asigne una pequeña parte del territorio mendocino para su desarrollo comunitario y que está en línea con los infinitos ataques que vienen sufriendo los pueblos originarios desde hace 530 años pero particularmente el pueblo mapuche en los últimos años. Y esto es porque pueden hacerlo, porque una gran parte de la sociedad no ha construido una empatía que comprenda a quienes sufren la injusticia de los poderosos y, peor aún, con el auxilio de las instituciones democráticas ni los procesos que terminan perjudicando sus propios intereses.

No son las comunidades aborígenes las únicas demonizadas, convertidas en sub humanas, las que sufren el ataque. También lo sufren las organizaciones sociales, campesinas y políticas que deciden resistir. Basta ver la furiosa reacción contra cesión de tierras en la provincia de Buenos Aires a una organización de productores agroecológico en Chapadmalal.

Hay en nuestro país y en toda América Latina miles de estas experiencias de resistencia pacífica. Y todas, en menor o mayor medida son demonizadas, ridiculizada o atacadas según las circunstancias. Son experiencias en que la democracia participativa es la regla y contagia a quienes se animan a conocerlas. Experiencias que a veces fallan pero no los desaniman. En ese mundo se sabe que el fracaso es aprendizaje y lo mejor de todo es que nadie queda tirado al costado del camino. ¿Cómo es que llegaron hasta ahí? No estoy hablando de europeo ricos que deciden fundar una villa cerrada en algún lugar de Paraguay para que ningún salvaje los moleste o les pida nada. De los que hablo nacen con poco o nada, transitan un aprendizaje común y construyen una cultura que los necesita a todos. Y esto es muy peligroso para el status quo y así se lo hacen saber.

Por eso, y volviendo a la entrevista de Bernardo, su inclusión en una lista de candidatos muestra una fisura por donde la parte buena se está filtrando para venir a modificar algo que está esperando desde hace 500 años para ser modificado. La participación de miembros de las comunidades originarias en experiencias político partidarias es uno de los mecanismos que, junto a otros tantos de igual importancias, irán cambiando a las sociedades hacia una más humana y amable. Porque la inclusión de la mirada femenina, de las diversidades, de las comunidades originarias, de los niños quizá,  son los elementos vedados desde siempre y tal vez hayan sido los ingredientes que faltaron para evitar que el mundo sea lo que es hoy.

Pero para que esta inclusión sea efectiva tiene que darse en una sociedad preparada y formada para que, por ejemplo, hechos como el del proyecto de la legislatura mendocina le resulte repulsiva de tal manera que ni siquiera pueda ser pensada. La aparición y aceptación de hechos como estos son precedidos siempre por un tiempo de preparación social así como se preparan las sociedades para lanzarse alegremente la guerra, para considerar al otro menos que un animal y arrojarlos a la cámara de gas de un campo de concentración o para hacer silencio mientras se tiran militante políticos con vida al mar desde un avión.

Hoy nos escandalizamos con los dichos de dos personajes televisivos que utilizan la enfermedad de una persona para dañar a su madre siendo que son parte también del sistema que la enfermó. Repugnante pero no novedoso. Desde hace décadas, para no ir muy atrás,los mecanismos del capitalismo para hacerse con el poder utilizan métodos indecibles. Solo les basta con mutar cuando pierden la ventaja o las sociedades no los toleran momentáneamente, pero siempre fueron atroces. Basta con crearles las condiciones para que sean aceptados o tolerados a cambio de algo de seguridad(Ver “La ventana de Oberton”). Para esto están el FMI, las corporaciones multinacionales, los medios de comunicación hegemónicos y sobre todo sus sirvientes locales que son los de siempre.

Ne es posible enfrentar esta desgracia recurrente sin elevar la conciencia democrática del pueblo y esto no se logrará con el sistema educativo atomizado, un sistema de medios al servicio del poder dominante y un sistema judicial que vino a reemplazar los fusiles de juntas militares. Y mucho menos cuando siga alimentándose a la élite gobernante con graduados de universidades que forman gerentes que aseguran con total normalidad que en este mundo para que alguien gane, otros deben perder, según me dijo un profesional de la economía formado en la Universidad Nacional de Córdoba; pública, laica y gratuita. No es con la creación de escuelas de negocios en el flamante edificio del Silicon Misiones con métodos de Harvard, como anunció nuestro gobierno provincial, que se elevará la conciencia democrática del pueblo sino todo lo contrario. Lo métodos de la institución donde enseña Domingo Cavallo forman cipayos, no ciudadanos.

Es auspiciosa la participación de Bernardo y enorgullece que sea en el espacio propio. Necesitamos más participaciones como esta y en lugares expectantes porque todavía son excepciones como la de la diputada Natalia Zaracho, la cartonera que nos enseña desde su banca. Falta mucho aún para recuperar la participación de trabajadores como la que se tuvo en la década del 40 pero ha habido avances en la participación femenina y últimamente de diversidades sexuales y comunidades originarias. Misiones no es un ejemplo y falta mucho por hacer pero el camino está iniciado. Profundizar la democracia, elevar la conciencia ciudadana y terminar con las hegemonías paralizantes que nos condenan a la mediocridad es la tarea.

El sistema democrático no es perfecto, los pueblos no son perfectos, pero sí lo son sus objetivos. Y si aprendemos de los fracasos sin perder de vistas los altos interese populares y vemos al otro como a nosotros mismos pero en otro cuero estoy seguro que tendremos una oportunidad.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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