Que la vergüenza nos transforme
Carlos Resio.
Se cumplen 40 años de la guerra por las islas Malvinas y vaya uno a saber por qué mecanismo mental los aniversarios redondos nos obligan a conmemorarlos con mayor detención y, a mi criterio y en este caso, nos quita la responsabilidad de hacerlo con la intensidad que se merece todos los años. Recordar y significar este acontecimiento en nuestra historia, que tiene tantos recovecos, que nos presenta sentimientos encontrados y que nos provoca tanto dolor pero a la vez nos inflama en el reclamo y nos hermana, incluso con otros pueblos, debería tener todos los años el máximo brillo e ir creciendo en la conciencia de los argentinos. La causa por la recuperación de nuestras islas de manos británicas debería tener la intensidad de la búsqueda de un hijx robadx.
La guerra por Malvinas fue para mi un hecho iniciático ya que partir de él comencé un camino de deconstrucción y de adquisición de conciencia política que aún continúa. En 1982, con 21 años, mi formación, desinformación y en consecuencia manera de pensar me llevaron a festejar el desembarco y a manifestarme en la plaza de mayo en la visita de AnibalHaig, el secretario de estado de la presidencia Reagan. Ya no me reconozco en aquella persona en cuanto a sus valores políticos y sociales. Con mi edad que tenía de ese momento, apenas 5 años antes habían desaparecido miles de compañerxs, comprometidxs con las necesidades populares, sin que yo me diera por enterado y en las islas se les congelaban los pies a chicos mas jóvenes que yo. Verme a la distancia en esa plaza me causa aún vergüenza y dolor pero también puedo decir que ya no soy aquel, que he recorrido un buen camino y,por el contrario,muchos de los que allí estaban aún continúan en el mismo lugar y eso nos debería preocupar porque son aquellos que hoy escuchamos, cada vez con más frecuencia, negar los crímenes del terrorismo de estado y defender a los beneficiados de la masacre.
La conmemoración de la guerra por las Malvinas, a pesar de que fue absurdamente ideaday ejecutada por un gobierno de asesinos, es una de las que nos recuerda el sacrificio de los que estuvieron antes. De la misma manera que recordamos otra fechas de nuestra historia, como el 24 de marzo y los aniversarios de nuestrxs próceres más queridos, en este 2 de abril deberíamos reflexionar sobre nuestro destino y a quiénes debemos rendir cuentas de lo que hacemos por contribuir a su grandeza. También es una fecha para identificar a quienes nos acompañan y en contrario quiénes desean un destino pequeño en el que sólo quepan ellos.
Desde el regreso a la democracia la posición de los gobiernos pasó de la desmalvinización alfonsinista, los peluches seductores y la entrega de soberanía del gobierno de Menem y la nada de De La Rúa al enérgico reclamo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en la asambleas de Naciones Unidas y todos los foros internacionales logrando el voto favor de la posición argentina y el apoyo y compromiso de las naciones hermanas. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina se desarrolló una política de reivindicación de nuestra soberanía por las Malvinas solo comparable con el logro del gobierno de Arturo Illia quien logró en el comité de descolonización de Naciones Unidas la resolución 2065 en la que se reconoció la existencia de una disputa entre Argentina y Gran Bretaña y por la cual se insta todos los años a las partes para que inicien las negociaciones para resolver el diferendo a lo cual Gran Bretaña se niega sistemáticamente por el solo hecho de su superioridad militar y de su fuerza de política de alianzas de corte imperialista y neo coloniales.
Con la llegada de Macri al gobierno, el camino ascendente de nuestras reivindicaciones cayó a pique y retrocedimos décadas. No solo mostró un ofensivo desinterés y desdén sino que otorgó concesiones inaceptables de nuestra soberanía en concordancia con la larga lista de ofensas y daños perpetrados por su gobierno que nos trajo a una situación por demás delicada. Vuelto el campo nacional y popular al gobierno aún debimos escuchar provocaciones como la de Patricia Bulrich proponiendo entregar la soberanía sobre el archipiélago a cambio de un contrato con Pfizer por vacunas contra el Covid o a Beatriz Sarlo, otra conspicua republicana, justificando la ocupación por el solo hecho de que el paisaje de Malvinas es similar al de sur de Escocia. En todo caso y con este argumento, si nos fuera posible,quedaría justificada la usurpación de dicha región de la isla británica por parte de nuestras tropas!
La reivindicación de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, las islas del atlántico sur y los bienes naturales de su litoral, aguas y lecho marino, además de nuestros derechos sobre el continente antártico de cierta manera está condicionada por el poder hegemónico de Gran Bretaña en tanto miembro de la OTAN y el rol que el concierto de naciones le otorgan a esa nación acostumbrada a rapiñar y robar riquezas en todo el orbe durante siglos. Pero en cambio no debería haber condicionantes para recuperar nuestra soberanía dentro de nuestras fronteras y es algo que nos debemos como pueblo. Durante los infames gobiernos neoliberales se ha entregado el Paraná, nuestro río padre y sobre cuyas barrancas nació nuestra bandera, a intereses multinacionales que se llevan nuestras riquezas a nuestra vista sin rendir cuentas ni pagar lo que deben además de maltratar el medioambiente y decidir sobre nuestros alimentos. También allí están los terratenientes extranjeros a quienes se les permitió hacerse de millones de hectáreas de las mas valiosas a las cuales ni siquiera tenemos acceso. En estos casos no podemos responsabilizar a ninguna fuerza militar extranjera, fue nuestra pérdida de conciencia cívica y nacional la que lo permitió. Recordemos nuevamente a Arturo Humberto Illia cuando hace casi 60 año nos advirtió: “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”. Cosas vederes UCR.
Por esto mismo, es momento de volver a levantar las banderas de la reivindicación soberana en todos los campos. Poniendo nuestros satélites en el espacio, educando a las futuras generaciones con perspectiva de Patria Grande, peleando por una independencia económica, recuperando el territorio y sus frutos para la felicidad del pueblo y no para el enriquecimiento de las multinacionales, recuperando para nosotros nuestros mares y ríos para que navegue nuestra flota nacional y sea fuente de trabajo nacional. Se lo debemos a quienes dejaron sus huesos en Malvina y Soledad y en el fondo de nuestro atlántico sur. Nueve son misioneros
Roberto Estévez caído en combate el 28 de mayo en pradera del ganso
Carlos Krause caído en combate el 1 de junio en isla Borbón
José Luis Ríos caído en combate el 28 de mayo en pradera del ganso
Martín Maciel caído en combate el 2 de mayo en el Ara General Belgrano
Saturnino Sanabria caído en combate el 2 de mayo en el Ara General Belgrano
Miguel Meza caído en combate el 2 de mayo en el Ara General Belgrano
Miguel Sosa caído en combate el 2 de mayo en el Ara General Belgrano
Orlando Illanes caído en combate el 2 de mayo en el Ara General Belgrano
En su memoria
Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3