«Bienvenida la política en las aulas»
La filmación de la clase en la que una docente discutió con un alumno sobre política desató las iras contra el “adoctrinamiento ideológico” en el sistema educativo. El ex ministro Alberto Sileoni no tiene dudas al plantar posición: “Bienvenida la política en las aulas”, le dijo a Contala como quieras.
“A ciertos poderes no les interesa nada esa profesora. Lo que les interesa es el disciplinamiento para el silencio, que no se hable de polìtica en el aula, que no se pueda discutir el mundo en que vivimos ni pensar en un mundo mejor”, sostuvo quien condujo durante más de seis años la cartera educativa argentina, entrevistado por el programa de La 99.3.
“Esa profesora fue lapìdada. Lo único que hicieron los medios es despedazarla. A la par, en la ciudad de Buenos Aires, a un director (de escuela) que es un apólogo de la dictadura, un negacionista que hizo apología del genocidio, las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires lo querían poner de director en una escuela de un barrio porteño. Eso no salió en los diarios, y a diferencia de lo que ocurrió con la profesora de Ciudad Evita, lo que hace este director es un delito: así lo advierten la Ley de Educación y el Código Penal, que sanciona el negacionismo”, señaló.
Docente, profesor de Historia, Sileoni citó un comentario de Norberto Galasso, quien sostuvo que “hace cien años nos está adoctrinando el mitrismo en las escuelas argentinas, y en el acto del 25 de Mayo a un niño o a una niña le tiznan la cara y lo hacen aparecer de negrito feliz, cuando (en 1810) los negros eran esclavos. Eso es adoctrinamiento, manipulación de la idea histórica”.
Para los medios hegemónicos “siempre el adoctrinamiento es en un solo sentido: es el campo popular el que adoctrina; lo otro es lo absolutamente natural, el statu quo, no hay que alterarlo”, señaló Sileoni, pero a la par sopesó el rasgo positivo que muestra la escena filmada en una escuela pública del partido bonaerense de La Matanza: “En esa aula de Ciudad Evita hay 50.000 escuelas, 500.000 aulas, por decir un número, y ahí circularon las ideas.”
“Creo que la profe se corrió un poco de eje”, admitió, en referencia a la alteración del tono de la docente frente a sus alumnos, pero a la par consideró: “No está mal que un docente pueda discutir con alumnos que ya son ciudadanos, que ejercen el sufragio activo”. Y aclaró: “Esa definición del docente no puede impedir la libre circulación de ideas.”
“Es un momento interesante de la vida política de los argentinos: discutimos política, queremos romper lo que está naturalizado, está todo sujeto a la discusión. Ya nada es una verdad revelada, como nos ocurría a los que tenemos bastantes años en la escuela”, evaluó.
Y en cuanto a la identificación del docente con determinada ideología, defendió: “La gran mayoría de los docentes no quiere bajar línea, como se dice. Al docente no le interesa que el estudiante piense como él; le interesa que piense.”