A desalambrar

(Carlos Resio) Las imágenes de matones y tránsfugas con campo apretando a Dolores Etchevehere por haber donado 40 hectáreas a un proyecto agroecológico, lo que encierra mucho más que lo mostrado y por eso la desmesura, y también las del  desalojo de los terrenos de Guernica, vuelven a poner en la agenda nacional, por un ratito y al servicio de la derecha que lleva la ventaja comunicacional, el asunto de la tenencia de la tierra y la angurria del negocio inmobiliario por sobre las necesidades básicas de los argentinos.

Carlos resio en La 99.3 el 4 de noviembre de 2020

El tema nació mal parido yconservó los vicios hasta nuestros días. La institución colonial de la merced, lejos de los ojos del rey que las otorgaba, concedía enormes extensiones de tierra a quien cultivara no mieses sino buenos contactos en la administración virreinal. Luego de 1810 y enfriadas las cenizas revolucionarias fue Bernardino Rivadavia quien a través de la ley de enfiteusis (recordemos que para tomar el crédito con al Baringbrothers se pusieron todas, todas, las tierras públicas del país naciente como garantía por lo que estaba prohibido venderlas) entregó en alquiler por 20 años, 8.500.000 hectáreas a 580 familias amigas, o más o menos amigas. Recordemos que el país fértil llegaba hasta el río salado en la provincia de Buenos Aires, apenas 130 km de la ciudad capital. Les entregó todo, el modelo se consolidó, los alquileres dejaron de pagarse y quedamos así.Los apellidos favorecidos son conocidos aún hoy.

La constitución de 1853 terminó de consolidar lo hecho. El artículo 17 asegura la inviolabilidad de la propiedad privada. Un artículo entero para su majestad la propiedad privada. Quedaba claro cuál sería el modelo. Después vino el avance hacia el sur a sangre y fuego (sangre de originarios) financiado por la sociedad rural que quería mas.

En las ciudades, lo que no era de la iglesia era de contrabandistas o aprovechados. Para el pueblo estaba reservado el suburbio y la periferia despojados de cualquier servicio.

La inmigración llevó el problema a las grandes ciudades pero también los recién llegados fueron pasto de arrendadores rurales que los exprimieron sin piedad mientras pudieron ya que las promesas de entrega en propiedad de tierras de labranza no fueron cumplidas. No fue sino hasta la llegada del primer gobierno popular con Yrigoyen en 1916 que hubo legislaciones que se ocuparon de la vivienda popular urbana y luego de los sucesos de Alcorta de 1912 también su gobierno se ocupó de legislar favorablemente a favor del campesinado empobrecido. A partir de aquí y a pesar de caer el gobierno radical y de restaurarse el régimen conservador ya nada sería lo mismo.

El gobierno de Juan Perón no solo tomaría lo que se había dejado inconcluso sino que multiplicaría las políticas de acceso a la vivienda y derechos a la tierra, consolidaría la conciencia de clase y dejaría plasmado en la constitución de 1949 el carácter social de la propiedad privada. Su gobierno construyó 500.000 viviendas nuevas, sobre una población de 15.000.000 de habitantes y titularizó la tierra para 50.000 colonos campesinos.  Con la derogación de dicha carta magna por un bando militar de la revolución fusiladora del 55 quedaría instalado el conflicto planteado entre la concentración oligarca y los derechos del pueblo proyectando esa tensión hasta hoy en que el problema no ha sido resuelto definitivamente.

La concentración hace que menos del 1% de los propietarios tengan el 35% de la tierra y la tensión va en aumento. No es de extrañar, el sistema capitalista especula con la escases del agua y de los alimentos.

En las ciudades, la especulación inmobiliaria y la falta de políticas progresistas y de carácter popular dejanafuera a miles de familias de la posibilidad de una vivienda digna. El déficit habitacional en Argentina es de 900.000 viviendas nuevas y casi 3 millones de viviendas que necesitan ser mejoradas, dignificadas. Contra esto, el crédito hipotecario ha bajado de 3,4% del pbi en 2003 a menos del 1,2% a pesar de los esfuerzos realizados durante los gobiernos kirchneristaslo que parece no haber alcanzado ni cerca. Sin hablar, por insalubre, de los 4 años del peor gobierno de la historia como fue el de Cambiemos.

Y en Misiones qué?

La realidad misionera no escapa a estos números. El 10% de la población vive en asentamientos, el 20% alquila y el 70% es propietaria, este último número a la baja. En la ciudad de Posadas, según un relevamiento de la ong TECHO, el déficit es de 30.000 viviendas y las políticas para resolver estos problemas van en saga.

Los municipios no cuentan con espacios destinados a soluciones habitacionales y dependen de terceros para emplazar barrios populares imposibilitando de esta forma la planificación ordenada ya que los terrenos disponibles, solo convenientes para las empresas constructoras, son peri urbanos. Esto encarece y complica la llegada de infraestructura y servicio y deja afuera de las decisiones a la propia administración pública.

El IPRODHA (instituto provincial de desarrollo habitacional) ha sido, al decir de un amigo arquitecto que si sabe de esto, el gran deshurbanizador provincial. Mientras tanto, y agregando complejidad al problema, los pocos predios que quedan disponibles dentro del ejido municipal de Posadas han quedado en disputa por ocupaciones irregulares nuevas o de larga data sin resolver si no es que están en manos de constructoras o especuladores esperando el mejor momento que maximice sus ganancias.También los terrenos remanentes de la zona de no innovar después de definida la cota máxima de la represa de Yacyretá quedaron en manos de la EBY para su disposición discrecional, no siempre transparente, sin que los gobiernos provincial o municipal tengan injerencia directa sobre su uso.

En esta disputa por la distribución de la tierra, los sectores populares son los que llevan las de perder. Siempre detrás de promesas incumplidas, la desesperación por no encontrar una salida y muchas veces guiados por malintencionados terminan enfrentados a una legislación que, como lo indica la constitución, pone por encima de la dignidad de las personas el derecho a la propiedad de quienes, la mayoría de las veces, especulan con la propiedad de la tierra.

A quienes medran con la tierra pasando por alto las necesidades de los despojados no siempre se les pide que demuestren fehacientemente sus títulos y les resulta fácil encontrar un guiño en la justicia o el siempre listo palo policial. Son quienes van a ser desalojados los que tienen que mostrar papeles que nunca tuvieron a pesar de vivir en el lugar durante años o haber nacido allí mismo cuando ese lote no valía nada y ni siquiera era conocido por sus supuestos propietarios. Muchas veces, el miserable asentamiento desalojado a palos, deja lugar a un barrio cerrado de exclusiva pertenencia.

Lejos de promover una reforma agraria o la colectivización de la tierra, pienso que el de la tenencia de la tierra en todos sus aspectos, es uno de los temas fundamentales a resolver en nuestro país. Incluso por sus implicancias geoestratégicas y el alcance de poder político que da su tenencia. La desigualdad en este sentido es enorme y es uno de los temas que los intereses concentrados nunca quisieron discutir, invisibilizandolo mientras pueden. Por eso es que la sociedad debe tomar este tema como uno de los más importantes a ser discutidos y darle amplia relevancia al momento de juzgar políticas públicas.

Los conflictos que esta desigualdad genera tienen carácter estructural y, si bien deben atenderse las urgencias,es indispensable una sostenida política de estado para revertir la tendencia que nos mantiene en una caída hacia un país injusto, violento y decadente. Es necesario que la sociedad lo comprenda, lo tome en sus manos y use el poder que le da la democracia para desalambrar lo que los poderosos y privilegiados vienen escamoteando para sí desde el fondo de nuestra historia nacional.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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