Piden construir casas de madera para paliar la crisis

«El estado crítico» del sector maderero, con fuerte presencia en Misiones, “podría derivar en despidos si no hay soluciones en el corto plazo”, de subrayó desde la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) desde donde se reclamó al gobierno la falta de respuesta frente a diferentes peticiones indispensables para el desarrollo de la actividad. Con precios internacionales bajos, disminución del consumo externo y recesión en el mercado interno, la industria maderera cerró un año difícil en 2022.

Desde FAIMA aseguran: “Estamos muy preocupados porque algunas industrias pararon y otras están con serios problemas para producir porque no pueden importar la materia prima que necesitan y el sector cada vez es menos competitivo…”.

Uno de los principales pedidos que realizó FAIMA en diferentes ocasiones fue la reactivación de la Mesa Forestal. Ya en el 142° Congreso Maderero, que tuvo lugar en mayo último, la Federación elevó la solicitud al entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Este espacio público-privado se inauguró en 2016 y convocaba a FAIMA y el resto de las cámaras del sector foresto-industrial, maderero y mueblero, las provincias forestales y el Gobierno Nacional para definir una agenda de trabajo conjunto. “Necesitamos encarar varios desafíos, necesitamos tener energía para las industrias, eliminar las retenciones y discutir estas y otras cuestiones en el marco de la Mesa Forestal”, explican.

Sin embargo, al día de hoy, no han obtenido respuesta por parte de ninguno de los Gobiernos.
Si bien durante 2020 la industria del mueble tuvo un crecimiento a partir del incremento del home office y las nuevas formas de trabajo, desde el año pasado viene en recesión. Las ventas descendieron considerablemente, mostrando en los últimos meses una tendencia en caída.

También a raíz de la pandemia, la exportación foresto industrial alcanzó niveles históricos, sin embargo, a partir de julio de este año, disminuyó de manera considerable. Entre los motivos que llevaron a esta situación, se pueden mencionar un dólar oficial que no acompaña la inflación, la caída de los precios internacionales y la disminución del consumo en EE. UU. y Asia, principales mercados de exportación.

Además, el mercado interno también empezó a sentir la recesión. A eso, se le suma la imposibilidad de importar insumos, con plazos de pago a 90/60 días y proveedores que no financian, dificultando la producción.

“Vemos un 2023 con muchas dificultades, en ambos sectores: foresto industria y muebles. Y estamos muy preocupados porque algunas industrias pararon y otras están con serios problemas para producir porque no pueden importar la materia prima que necesitan”, indicaron desde FAIMA.

(Fuente FAIMA)

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