Misiones, a tono con los deseos de Macri

Insistente con la postura de que el remedio para combatir el tarizafo empieza por el esfuerzo de cada argentino, el presidente Mauricio Macri insistió ayer con su reclamo a la población para que reduzca su consumo energético, y Misiones parece haberse adelantado a los deseos oficiales: la demanda de electricidad cayó 8,2% en febrero pasado en comparación con igual mes de 2017.

Así lo señaló la consultora Economía y Regiones en un informe que también dio cuenta de que la provincia registró una merma de 10,4% en potencia eléctrica en el mismo lapso de comparación.

La adecuación a los consejos presidenciales, sin embargo, no parece una buena noticia para los misioneros: en una provincia electrodependiente, sin provisión de gas natural en redes, la reducción de demanda acentúa los síntomas propios de una economía en declive, en la que menor consumo energético refleja disminución de la producción y decrecimiento económico. A tono con una concepción de achicamiento como solución a todos los males.

«La energía no es gratis, tiene un costo. Los subsidios al gas y a la electricidad los pagamos todos con más inflación y deuda», afirmó ayer el Presidente en un mensaje grabado desde el megayacimiento de Vaca Muerta, Neuquén. «Para cubrir subsidios (que antes pagaba el Estado nacional) nos teníamos que endeudar. El otro camino era hacer un shock de ajuste, pero elegimos el gradualismo, y para eso todos tenemos que hacer un esfuerzo en ese camino que empezamos», sostuvo.

«Que todos los argentinos asumamos el compromiso de consumir menos. Que todos tomemos la responsabilidad de este desafío, porque cuidando el consumo también vamos a cuidar la factura», afirmó Macri.

Su mensaje fue en línea con el que, en simultáneo, les bajó ayer el ministro de Energía, Juan José Aranguren, a los responsables de esa área de las provincias reunidos en el Consejo Federal de Energía (CFE).

El ex presidente de la filial argentina de Shell les dijo a los ministros y secretarios de Energía provinciales que sus jurisdicciones tendrán que copartícipes del esfuerzo para mantener la tarifa social tal como se la conoce: en lenguaje directo, resignar impuestos que cobran sobre el consumo de energía.

En una reunión del CFE que había estado prevista para el mes próximo pero que las urgencias sociales y políticas adelantaron para ayer a la tarde, Aranguren expuso el “deseo” de Nación de que las provincias asuman al menos el 50 por ciento del financiamiento a la reducción de subsidios.

El gobierno de Cambiemos promete ayuda financiera para las provincias que estén cumpliendo con la pauta de reducción de tributos que se acordó en el consenso fiscal (sobre todo, baja de Ingresos Brutos), que también implica las tasas que cobran sobre energía.

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