Los mitaí juegan y aprenden

Mitaí Re-Creativos es un programa de la Subsecretaría de Educación de la provincia de Misiones que se lleva adelante en conjunto con los Municipios y la Cámara de Representantes con el mismo modelo de gestión de los Centros de Apoyo Pedagógicos y Tecnológicos. Este año, la propuesta se ejecuta en Garupá, Apóstoles, El Soberbio, Ruiz de Montoya, Montecarlo, Puerto Libertad, Santo Pipó y Aristóbulo del Valle.

El objetivo central es ofrecer actividades recreativas a los niños, niñas y adolescentes de los diferentes barrios al tiempo que se realiza un relevamiento de su vinculación escolar para conectarlos luego con los Centros de Apoyo. Para ello son fundamentales también los trabajos territoriales de los articuladores de la subsecretaría, la territorialidad de los equipos municipales y el apoyo de las familias.

En Garupá

En el segundo año de Mitaí en Garupá, se estima que asistirán alrededor de 1100 NNyA a las jornadas. En los municipios donde se realiza “la idea es llegar al menos a 6.000 chicos; por un trabajo con los intendentes se observó qué sectores no acceden a una colonia de vacaciones o una actividad recreativa y que puedan acceder a esto, pero es un trabajo que siempre tiene una finalidad pedagógica” dijo Rosana “Cielo” Linares, subsecretaria de Educación. Uno de los objetivos de hacerlo en verano es fortalecer la cantidad de estudiantes que comenzará la escuela en marzo, y contemplar todo tipo de situaciones que puedan surgir para que logren tener un fuerte inicio del ciclo lectivo.

El 27 de enero comenzarán las actividades en Garupá luego de hablar con los tutores legales de los estudiantes, recibir permisos para actividades acuáticas, controlar alergias y conversar sobre las actividades que durarán hasta el 28 de febrero. Cada municipio ya estuvo desarrollando toda la parte logística con alquiler de campings y piletas para los pequeños y Educación puso al servicio a los docentes, pedagogos y talleristas para el trabajo lúdico y pedagógico. Así, se enfocarán principalmente en los sectores más vulnerables o que en caso de necesitar tampoco podrían pagar un educador particular.

Las actividades

La jornada comienza buscando a los chicos y chicas de sus respectivos barrios alrededor de las 7 de la mañana, para así llegar a las actividades alrededor de las 7:30 u 8:00 más tardar. Esto ya da inicio a la reconstrucción del hábito de levantarse temprano en aquellos estudiantes que van a ir al turno mañana, y los mantiene activos hasta pasado el mediodía.

Los profesores se organizan en tres postas: una es deportiva, otra es acuática y la última es artística. Los estudiantes se organizan en cuatro grupos etarios, siendo el último el de adolescentes que tiene sus actividades los jueves. Durante las 4 horas que comparten juntos, recibirán refrigerios, repelente, protector solar, y todo lo que requieran para mantenerse sanos, hidratados y bien resguardados.

Los deportes, los juegos en el agua, y las actividades artísticas son todos los medios que los talleristas usan para encontrar dificultades en distintas áreas. “Si en un juego tienen que deletrear una palabra mientras corren en postas, que por su edad y trayectoria escolar vemos que ya es algo que deberían tener adquirido; o si tenían que hacer un cálculo sencillo y les costó, tomamos nota de eso para que luego sea trabajado por el articulador con el centro de apoyo, y eventualmente con la familia y la escuela de ser necesario” comenta un profesor de arte, mientras comparte los informes pedagógicos que hay detrás de cada juego, grupo y jornada: rúbricas pensadas para tener una actitud atenta a descubrir las necesidades más inmediatas.

Contacto y comunicación para fortalecer el lazo con la escuela

“Semanalmente recibimos decenas de planillas y se sistematizan los datos obtenidos de las actividades lúdico-pedagógicas. Después, con el equipo de coordinación de la Subsecretaría de Educación es donde decimos ‘a estos chicos hay que invitarlos al Centro de Apoyo a trabajar lectoescritura’, por ejemplo. O ‘hay que enseñarles cálculo y geometría’. Eso, en el medio de tanto juego, lo venimos trabajando con todo el equipo desde enero”, aclaró Linares.

“Si por algún motivo un chico deja de asistir, siendo que sabíamos que le encantaba venir, también contactamos con la familia; o si nos dicen que no quieren volver a la escuela, buscamos un momento para hablar y que nos cuenten y llegar a qué los desmotiva; siempre todo apunta a reforzar su trayectoria en relación al nivel en el que están, pero en un ambiente deportivo, artístico, donde se sienten afectivamente contenidos, donde pueden crear y divertirse” nos comparte un profesor de natación, quien además agrega que “es toda una nueva dimensión para mí estar atento a cosas que van más allá de la natación, estoy aprendiendo mucho”.

Cielo Linares añade que la visión para Mitaí este año es una apuesta muy fuerte de trabajo colaborativo con los municipios “para continuar lo que son los Centros de Apoyo y el acompañamiento escolar. Se pretende lograr un contacto con miles de niños, niñas y adolescentes para valernos de la creatividad y de los entornos recreativos como instrumentos a través de los cuales sostenemos y fortalecemos el vínculo con la escuela y el aprendizaje”.

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