Por amor al ajuste apuntan contra Alberto

(Mirta Botzman) Quiero reiterar una vez más para que no olvidemos y por tanto no perdamos de vista que la gestión neoliberal del macrismo nos hizo perder la soberanía financiera y casi casi la soberanía económica. Dejó el país absolutamente desbastado, endeudado a niveles imposibles, con elevadísimas tasas de inflación y desocupación, cierre de empresas, pobreza e indigencia y después de su default nos trajo el FMI. Cuando se comenzaba a abrir los pliegues de semejante paquete comenzó la pandemia que al igual que al resto del planeta nos pegó fuertísimo, con la diferencia que el resto del planeta no había tenido previamente a Macri y su banda de saqueadores.

Mirta Botzman en La 99.3 el 19 de Noviembre de 2020
Mirta Botzman

Ellos y sus medios de comunicación y periodistas a sueldo que son de la secta de amor por el ajuste, ahora corren al gobierno por lo que llaman la incoherencia entre sus promesas electorales y la supuesta política de ajuste que está aplicando. Esto ocupó gran parte de los titulares de los diarios y programas de radio y televisión y no faltaron los periodistas votantes del Frente de Todos que levantan su voz para marcar el desacuerdo con los últimos anuncios. El título de la columna del periodista Eduardo Aliberti, me resultó interesante como perspectiva, él dijo “Pulseada no es lo mismo que ajuste”.

Si bien más adelante vamos a señalar nuestra inquietud por algunas de las medidas anunciadas pienso que es importante marcar que no creo que se trate de un gobierno que tenga en su adn una impronta ajustadora al estilo de las experiencias neoliberales vividas por nuestro país. Más bien creo que se refleja la amplitud del Frente electoral que pudo derrotar al macrismo y que recibió destrozada la economía del país que se profundizó por la pandemia.

Los principales temas que se están discutiendo,son por una parte, la fórmula de ajuste de las jubilaciones, su relación con las exigencias del FMI y si pierden y cuanto los jubilados y el tema que me resulta grave en términos de su consecuencia inmediata sobre muchas familias de compatriotas, que es lo adelantado por el ministro Guzman confirmando que ya no se pagará el IFE y el ATP será reducido a muy pocos sectores. Después el ministro Arroyo salió a decir que se compensará el IFE con otros programas o prestaciones desde el Ministerio de Desarrollo Social. Al infortunado anuncio de Guzmán debemos añadir la falta de precisión de Arroyo, claramente se pusieron a estudiar programas compensatorios dadas las reacciones generadas por el anuncio de Guzmán y lamentablemente hasta ahora se advierten ciertas dificultades en la gestión del gobierno para la sintonía fina que se requiere para llegar a todos los que efectivamente necesitan del apoyo del Estado para transitar esta situación tan grave. Tal vez a la sensibilidad mostrada por muchas medidas de este gobierno, habría que añadirle algunas caminatas por barrios y regiones más carenciados de nuestro país, seguramente esa visión les permitiría blindarse contra la presión de los devaluadores y ajustadores fiscales.

Está claro que la actividad económica está mostrando algunos signos de recuperación, pero a la vez de ser incipiente y despareja, en el sentido que algunos sectores están creciendo más que otros, no es garantía que los 9 millones de personas que cobraron el IFE ya hayan recuperado o vayan a recuperar rápidamente su capacidad de trabajo y de generación de ingresos.

Pero también creo que es muy importante no olvidarnos de la inflación y en particular la inflación en alimentos superior al promedio general de precios y que incide directamente sobre el nivel de indigencia y el nivel de pobreza. Para que sepamos con mayor precisión de que hablamos cuando hablamos de pobreza e indigencia, hay que saber que la pobreza la mide el INDEC de acuerdo a lo que se llama la Canasta Básica Total, que estima el precio de los alimentos más indumentaria, transporte, educación, salud, etc.y que para el mes de octubre para una familia de dos adultos y dos niñosfue de$ 49.911,60. La indigencia incluye para la misma familia, sólo alimentos, que para el mes de octubrefue de $20.710. En octubre respecto septiembre los precios tuvieron una importante escalada, la canasta básica aumentó un 5,7% mientrasque la alimentaria subió un 6,6% impulsada por los alimentos que por cierto están incluidos en los precios máximos. Es decir que varios de los que van a tener que pagar el aporte recientemente aprobado en diputados, se cobraron la reparación por anticipado.

El salario mínimo se ubica en los 18.900 pesos que subirá en cuotas hasta alcanzar los 21.600 pesos en marzo. Los programas sociales que perciben casi 1 millón de trabajadores de la economía popular son apenas el 50 por ciento del salario mínimo y se encuentran muy por debajo de la canasta mínima alimentaria que fija la línea de indigencia estimada por el INDEC. Durante octubre efectivamente la inflación de alimentos fue superior a la tasa de inflación general. En casi todos los casos, pero especialmente en alimentos la única razón de aumento de precios es la especulación y poder de fuego de los grupos concentrados productores de alimentos, quienes por cierto no han perdido un solo peso durante la pandemia.En este caso se impone perentoriamente aplicar todo el poder de policía y de regulación del Estado para controlar esas maniobras especulativas.

En ese contexto, las declaraciones del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, definiendo el “salario digno” como aquel “que estamos en condiciones de pagar y mantener” son muy poco felices. 

El impacto de la pandemia y el poco tiempo de gobierno son los justificativos para no poder revertir el deterioro salarial registrado durante el macrismo. Aún así, todavía no se está cumpliendo, la promesa del ministro de que el salario mínimo crezca por encima de la inflación. Como señalamos semanas anteriores, el salario mínimo viene con una pérdida de poder adquisitivo de 12 puntos desde diciembre de 2019 y la perspectiva es que mantenga esa desvalorización dados los exiguos aumentos acordados.

Es cierto que hasta ahora, impedir la devaluación ha sido una importante política de defensa del poder adquisitivo del salario, que, apoyada en un conjunto de políticas implementadas para preservar el empleo y los ingresos durante la pandemiacomo el IFE, los ATP, la prohibición de despidos que por cierto se extendió en el tiempo, ha permitido mantener medianamente los ingresos durante la pandemia.

Ahora, mirando en el horizonte la pospandemia (y ojo que todavía no terminó la pandemia) y como señalamos en reiteradas ocasiones, el desafío es ir promoviendo una política de recuperación salarial, ya que el deterioro del poder adquisitivo no sólo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también pone en riesgo la reactivación de la economía. La pregunta es de donde vendrá y podrá sostenerse la reactivación si no aumenta el poder adquisitivo y por tanto de consumo de los asalariados.La base del crecimiento sostenido en la Argentina es cuando se apuntala y crece el mercado interno, porque a pesar de la herencia del gobierno de Cambiemos y de la pandemia, el mercado interno es el 75% del destino de la producción nacional.

La verdad es que salvo mostrar un espíritu fiscalista (es decir no tener déficit fiscal, cuando todo el planeta está en esa) y/o endulzar los oídos de los ajustadores y devaluacionistas no se entiende mucho porque se decidió no seguir contando con el financiamiento del Banco Central al Tesoro que es gratis, aunque signifique aumentar la emisión monetaria, en lugar de tomar deuda en pesos o dólares en el mercado local, a tasas de interés no menores. Los únicos que tienen excedente para apostar contra el peso son los grandes grupos económicos, los bancos y los exportadores de granos. La mayoría de la población no tiene ni para llegar a fin de mes, entonces tal vez en lugar se secar de pesos el país habría que poner en caja a los especuladores. Por cierto el principal accionista del banco que sufrimos en la provincia, el Macro, que fue el que tuvo las mayores ganancias desde el año pasado, puso el grito en el cielo por el aporte extraordinario de las grandes fortunas y eso que es amigo y hasta consejero del presidente del Bco Central desde que ambos militaban en las filas del radicalismo y que es muy probable que tenga participación activa en la elevación del dólar ilegal, blue o negro.

En relación a la fórmula de ajuste de las jubilaciones, con una mínima variación y después de un largo proceso de consulta se está volviendo a la fórmula ideada por Amado Boudou y aplicada desde el gobierno de Cristina Kirchner,desde 2008 hasta 2017.La original de Boudou era mitad por salarios RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables que compila el Ministerio de Trabajo) o el índice salarial del Indec, el que fuera mayor y la otra mitad de acuerdo a la variación de los recursos tributarios en beneficio de la Anses. La propuesta actual sólo contempla computar el RIPTE.Con esta fórmula se asocia las jubilaciones a los salarios de trabajadores en actividad, pero también se vincularán con el crecimiento del país vía aumentos de recaudación, que ya comenzaron en los últimos dos meses. Tambiénesta segunda parte captura el efecto inflacionario ya que los recursos tributarios de ANSES están determinados principalmente por el IVA, con lo que la crítica por no contemplar la inflación es ignorancia o mala intención, sobre todo si proviene de los sectores de la CGT que convalidaron todos los ajustes de Macri y que les encanta juntarse con la cúpula de AEA. La fórmula actualmente propuesta claramente está vinculada a momentos de crecimiento de salarios y de la recaudación. Falta establecer el ensamble entre el mecanismo actual y el futuro y también que sucederá en los momentos en que esas dos condiciones no estén y lamentablemente tampoco se contempla como hacer para que los jubilados recuperen todo lo perdido, dada la situación actual parecería por ahora descartada. La fórmula propuesta no es una exigencia del FMI, se aplicó en el país cuando no estábamos bajo la mirada del organismo y el propio FMI exigió a Macri que la reemplacen por el ajuste por inflación. Sería muy bueno también que se vuelva a establecer que el 15% de lo recaudado por el impuesto a las ganancias vaya al ANSES, no como es ahora que la recaudación por bienes personales va a la coparticipación.

En 2017 Macri, con el cuento de la reparación histórica y para otorgar un blanqueo a familiares y amigos cambió la fórmula de actualización de las jubilaciones dando un golpe muy duro a los más vulnerables. Establecieron un coeficiente de actualización compuesto en un 70% por la variación del IPC oficial y en un 30% por la variación de los salarios y pasar de dos a cuatro actualizaciones anuales. La actualización trimestral parecía más conveniente, pero antes de comenzar a aplicarla se dejó pasar un semestre sin aumentos, además de eliminar la moratoria, que devolvió al sistema a más de tres millones de personas excluidas durante el reinado de las AFJP en la década menemista y la reemplazó por la llamada “prestación universal para adultos mayores” (PUAN), que implicó para la mitad de los trabajadores bajar el piso de comienzo.

En relación al FMI, la carta emitida por el bloque de senadores del Frente de Todos creo que es de una claridad y puntillosidad indiscutible y no hace falta agregar nada más y en realidad sólo pone nuevamente sobre la mesa los argumentos esgrimidos por el presidente durante la campaña electoral que todos los bien pensantes de este país esperamos se cumpla también puntillosamente. Además de la buena voluntad hay que poner efectivamente y con mucha fuerza en movimiento el aparato del Estado en favor de las mayorías y darse cuenta que no es menor ejercer el poder otorgado por los votos y comunicar mejor las decisiones.

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