Lo inconducente

(Por Carlos Resio) Vamos ejercitando la memoria como para empezar calentitos: “El que quiera tener un arma que tenga un arma, el que no quiera tener un arma que no la tenga” (Patricia Bullrich), “El sistema educativo formará dos tipos de personas: a aquellos que darán trabajo y a los que deberán aprender a vivir en la incertidumbre y disfrutarla“ (Esteban Bullrich en el panel de La construcción del capital humano para el futuro en Davos),“Contratar y despedir debería ser tan natural como comer y descomer” (Miguel Ponte ex secretario de trabajo) “Que mueran los que tengan que morir” (Mauricio Macri a Alberto Fernández al inicio de la pandemia).

Carlos Resio en La 99.3 el 16 de marzo de 2022

Seguimos, entre las primeras medidas del gobierno macrista estuvieron la quita de impuestos al champagne, la derogación de los artículos de la ley de medios que molestaban a Clarín, el nombramiento de dos ministros de la Corte por decreto, la condonación de la deuda del Correo Argentino a si mismo, la eliminación de las retenciones y la liberación del mercado de cambio, el despidos de miles de trabajadores del estado desarmando equipos de salud y de contención social, la eliminación de conectar igualdad, la entrega de ARSAT, la destrucción de Tecnópolis, y así siguiendo. Durante el gobierno de cambiemos desaparecieron veintisiete mil pymes, aumentó el desempleo a 2 dígitos, aumentó la pobreza y la indigencia y la inflación pasó del 25 al 57%. Dejó una deuda con acreedores privados y trajo nuevamente al FMI para dejarnos una deuda de 44.000 millones de dólares sin haber construido ni una sola escuela, ni un solo hospital, nada del plan Belgrano, solo algunos kilómetros de ruta. El gobierno de Macri persiguió a cientos de periodistas que perdieron sus trabajos, encarceló a empresarios de medios, persiguió y espió a opositores,también espió a sus propios socios políticos y a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. En mi ejercicio de memoria, sin hacer ninguna consulta en google, llené dos carillas con estas delicias. Me detuve cuando me empezó a doler el estómago.

¿Para qué me empeñé en tan insalubre ejercicio de memoria? Tuve el impulso de hacerlo cuando después de escuchar argumentos de los dirigentes, leer los documentos de declaración y las columnas de opinión a favor y en contra de la aprobación de la ley enviada al congreso para autorizar al gobierno nacional para que cierre el acuerdo con el FMI cuyo texto fue presentado a los legisladores pero del que pocos conocen su verdadero contenido me dio la sensación de que habíamos olvidado lo que pasó en nuestro país entre 2016 y 2020 y que no se lo esté asociando con quienes nos gobernaron y en manos de quienes estaremos en caso de que se pierdan las elecciones de 2023.

Por ejemplo, el documento emitido por los diputados que votaron en contra se pregunta en subtítulo “¿Cómo llegamos hasta aquí?”; me resulta llamativo que en el recorrido histórico que comienza describiendo el proceso de desendeudamiento durante el kirchnerismo para terminar en el final del gobierno de Macri no hace mención a un hito, para mi, fundamental, la derrota electoral de 2015. Tampoco hace mención al proceso que llevó a la constitución de la fórmula presidencial y la conformación del frente para enfrentar a Cambiemos en 2019.

Por otro lado, es llamativa también la disparidad de posicionamientos y opiniones, tanto comunicadores del palo, funcionarios y dirigentes políticos, referentes sindicales y sociales todos pertenecientes al campo nacional y popular. También hay un nuevo documento propuesto por un colectivo de intelectuales y ofrecido para la firma, a quiendesee firmarlo, donde se señala que quizá la moderación podría ser la estrategia del momento antes que la radicalización de las políticas. ¿Cuál sería el límite de la moderación?, ¿Entregar el Paraná es moderado?, ¿Cuál sería una política radicalizada?, ¿Cobrar dos puntos más de retenciones en el contexto de explosión de los precios de los cereales es radicalizado?

Como si este lío fuera poco, muchos de nosotros pasamos de exclamar indignación por lo malo que son los dirigentes de la derecha y “las cosas feas” que dicen, como si no lo supiéramos y mientras son exhibidos en nuestros medios afines ya que ninguno de nosotros mira LN+ni lee Clarín ni escucha Mitre, a decir cosas horribles sobre quienes hasta ayer habíamos depositado nuestra esperanza y quizá desmedidas expectativas. Este redireccionamiento hacia el enemigo interno es, para mí, la mejor herramienta de la derecha y la evidencia de la baja calidad política de algunos de nuestros dirigentes y, por qué no, de mí mismo. ¿Acaso no recordamos tampoco nosotros lo que paso el 22 de Noviembre de 2015 y como llegamos aquí?

El posicionamiento que se nos exige a los militantes nos pone en un lugar indeseable. Primero porque nos obliga a tomar partido con poca, y seguramente sesgada, información ya que las que más nos convence muchas veces viene pre elaborada por dirigentes, técnicos o periodistas con los que nos sentimos identificados lo que hace difícil el discernimiento propio. La opacidad es la norma en este y otros casos. Se suma el hecho de que hay compañeros en quienes confiamos que se pronuncian en direcciones opuestas. También es muy preocupante el encono con que se trata, dentro del propio espacio, a aquellos que están de uno u otro lado de modo autodestructivo. Deberíamos saber que quienes sufrirán por estas peleas serán los ya vienen sufriendo las consecuencias de los años macristas y también de los propios errores e impotencia de nuestro gobierno. Ahí vemos como mientras nos acusamos de menemistas, de albertistas, de cristinistas entre otros “epítetos”, unos pocos van vaciando las mesas de los argentinos para llevarse a sus bolsillos o a sus cuentas en Panamá pingües ganancias.

En conocimiento de dos de las más difundidas posibilidades de negociación con el FMI dentro de nuestro espacio, recordemos que tanto Macri como Del Caño lo resolverían en 5 minutos, los resultados previstos son solo especulaciones de algo que aún no sucedió y no se nos ofrecen certezas, ni podrían, sobre todo en este nuevo contexto de convulsión mundial marcado por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Para la estrategia del presidente este es el camino posible y el menos dañino en estas circunstancias aunque debamos taparnos la nariz. La estrategia opuesta, quizá más digna pero no menos incierta, nos promete que endurecer y extender la negociación no traerá peores consecuencias aún en este convulsionado mundo, sin reservas, con la población exhausta y una oposición envalentonada y omnipotente que ganó las últimas elecciones.

¡Claro que no estamos de acuerdo con que la deuda macrista quede impune y la pague el pueblo!¡Nos revuelve las tripas de solo pensarlo! También lo expresamos públicamente y creemos que se debió haber tomado otro camino desde el inicio. La realidad es que el camino recorrido fue el que fue y en nuestro sistema político el que tiene la firma es el presidente, el mismo que Cristina Fernández eligió, si pedirnos opinión nos lo impuso y lo aceptamos, algunos frunciendo el seño, a pesar de ser Alberto Fernández y venir con las otras particularidades de un frente amplísimo. Por esto creo que quedan muy pocas  alternativas para cambiar este hecho consumado y cada uno sabrá qué pudo haber hecho para evitarlo.

Aportar a la posibilidad de una ruptura solo empeora las cosas y la realidad nos dice que se firmará este acuerdo que parece servir solo para comprar tiempo y aquí es donde a partir de ahora no tendremos excusas. El resultado dejará de ser una conjetura para ser una realidad y allí sabremos fehacientemente si el camino elegido fue más o menos bueno (esto no verifica que el otro sea el acertado). Entonces, además de desmarcarnos de la opción equivocada, ¿qué haremos con el tiempo que pagamos tan caro? ¿Seremos capaces de aprovecharlo en favor de la patria y su pueblo? ¿Estamos pensando en quienes de verdad hoy no pueden dar 3 comidas diarias a sus hijos? ¿Podremos fortalecer un espacio para ofrecer algo superador desde el campo nacional y popular? ¿O seguiremos buscando enemigos entre nuestras filas en una pelea inconducente que le regale el cuello de las clases populares al hacha de una feroz y recargada derecha?.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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