«Una política de exterminio del pequeño productor»

“Esto es una política de exterminio de los pequeños productores para quedarse con la tierra. Si ésta es la política agraria, que nos diga el Gobierno, que nos diga (el presidente de la Legislatura provincial, Carlos) Rovira: ‘Muchachos, ustedes están de más acá. Vendan sus tierras y váyanse a las villas’”.

Se lo dijo Hugo Sand, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), al programa “Contala como quieras”: hablaba de los distintos mecanismos legales con que los sectores concentradores del capital se apropian de toda la cadena productiva yerbatera, “manejan a su antojo los precios y condenan al pequeño agricultor a la miseria”.

En este caso, la entrevista se había planteado en torno a la elección de los tres representantes de la producción en el directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), realizada esta última semana: con mandato de dos años, resultaron electos como titulares Fabio Ernesto Pauluk (de la Asociación de Ganaderos y Productores Forestales de la Zona Sur, Agypsur), Héctor Ramón Biale (Asociación de Plantadores del Nordeste Argentino, APNEA), y Jorge Haddad (Centro Agrario Yerbatero Argentino, CAYA).

Para Sand, en esa votación “asociaciones de la provincia de Misiones han traicionado los intereses de los agricultores misioneros” votando al representante de la APNEA, “que está integrada por los grandes capitalistas, que son los que nos han explotado permanentemente, han empujado para abajo tanto los salarios de los peones rurales como los precios de la materia prima que se paga a los productores, que se quedan con millones y millones de pesos”.

Otro paso hacia la pobreza

Para el dirigente agrario, con esa composición del directorio del INYM, ahora “el precio lo va a manejar, como lo venía haciendo desde las sombras pero ahora con el aval de la votación, el capitalismo: ahora van a establecer un precio irrisorio legalmente y vamos a tener que cumplirlo”.

“Fue otro paso hacia la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. La consecuencia va a ser mayor migración de las chacras, mayor concentración (de población expulsada del campo) en las villas urbanas”, sostuvo.

Para graficar el cuadro, Sand contó que “en la Zona Centro de Misiones los colonos están recibiendo 4 pesos” (por kilo de hoja verde, cuando el precio establecido es de $ 6,30). “En el mejor  de los casos, deducidos los costos de tarefa, flete y otros, al colono le pueden quedar dos pesos o dos pesos con cincuenta, que se le pagan en plazos de hasta 120 días”, explicó.

“La realidad indica que los inspectores y directores del INYM y la propia Justicia actúan a favor de los grandes concentradores de capital”, dijo Sand. Y agregó: “Los delincuentes no dejan rastro. Y estos señores que compran la yerba no dejan rastro. Pero: ¿para qué están la AFIP y todos los mecanismos del Estado sino para investigar lo que realmente ocurre? El poder político, el poder económico, el poder judicial, son cómplices.”

«Nos mintieron»

Remitió a la situación de 2017, cuando se acordó levantar las medidas de fuerza de pequeños  productores y tareferos en reclamo de mejores precios con la promesa de las autoridades nacionales de que si el INYM firmaba el cupo de cosecha el Estado lo avalaria. “Nos mintieron. El INYM, con excepción del representante de Las Marías, firmó, pero los funcionarios macristas no firmaron”, aseguó Sand.

El dirigente recordó que el gobierno presidido por Mauricio Macri les quitó a los exportadores de té el 5% de retenciones, e incluso ahora “les dan entre un 2,5 y un 3 por ciento de devolución a las exportaciones. O sea: tienen una ganancia por sobre el 7 por ciento, solamente de lo que deberían pagarle al Estado”.

“¿Cómo están actuando los grandes concentradores de capital? Por un lado, bajando los jornales de los obreros y el valor de la materia prima. Por otro lado, con el apoyo del Estado, o de los Estados, que los eximen de los impuestos”, sintetizó el dirigente.

Sand criticó el hecho de que “o existe una política agraria que le permita al colono dedicarse a otra actividad, como el té, que históricamente se ha cosechado en verano. Pero el colono no puede hacerlo porque esa producción ya está totalmente concentrada en los grandes elaboradores”.

En ese sentido, reclamó tanto una intervención de las autoridades con medidas que protejan al pequeño y mediano productor como un mayor compromiso de los propios colonos: “Debemos fortalecer el asociativismo, el gremialismo agrario”, sostuvo. En el audio que acompaña esta nota, la entrevista completa con Hugo Sand.

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