Temen por la vida de la niña desaparecida en Paraguay

Myrian Villalba denuncia “un hecho de terrorismo de Estado, que es la desaparición forzosa de mi sobrina, Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, una niña de 14 años”, perpetrado por el gobierno paraguayo, y a sabiendas de que en aquel país “todas las instituciones trabajan para ganar la impunidad” deposita todas sus esperanzas en que el apoyo que reciba de la Argentina y otros países permita la entrada de una comisión que, con ayuda de baqueanos, pueda rastrear y encontrar a la pequeña.

Myrian es la mamá de Lilian Mariana y la tía de María Carmen, las niñas de 11 años asesinadas el 2 de septiembre pasado en una zona de monte del departamento paraguayo de Concepción en un hecho que había sido presentado por el gobierno de Asunción como el abatimiento de dos guerrilleras del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en un choque armado con la Fuerza de Tareas Conjunta (FTC), una unidad de élite antiterrorista.

Myrian Villalba en La 99.3, el 29 de diciembre de 2020

La pequeña Carmen Elizabeth tiene nacionalidad paraguaya, pero desde hacía seis años residía en Puerto Rico, Misiones, donde hasta noviembre de 2019 cursó el primer año de una escuela técnica.

En aquel mes cruzó a Paraguay junto con sus dos primas, las niñas asesinadas hace casi cuatro meses, al cuidado de su tía Laura, también de apellido Villalba, para visitar a familiares combatientes del EPP que desde hace años viven en la clandestinidad en áreas rurales comprendidas por los departamentos Concepción y Amambay (norte de la región oriental del país).

En aquel hecho que les costó la vida a sus dos primas Carmen Elizabeth “recibió una herida de bala en un pie”, le aseguró su tía Myrian a Contala como quieras, a pesar de lo cual la niña logró escapar y, al cuidado de su tía Laura, siguió viviendo en aquella clandestinidad de los campamentos guerrilleros.

El 22 de noviembre pasado “hubo otro enfrentamiento. Las tres personas que conocían la zona fueron abatidas por francotiradores, y Laura y la pequeña Carmen Elizabeth quedaron desorientadas, perdidas en el monte”.

De acuerdo con lo que Myrian reconstruye a partir del testimonio de su hermana Laura, oficialmente detenida por el gobierno paraguayo el 23 de diciembre, el 30 de noviembre la mujer dejó a la pequeña, herida, en un lugar y partió “en búsqueda de agua y comida”, pero al regresar a buscarla “después de mucho andar” sólo encontró “el agua de la niña, que guardaba en una bolsita”.

Según lo que logró reconstruir a través de testimonios de pobladores de aquella zona del departamento Amambay, la pequeña había sido rescatada por pobladores de las comunidades indígenas de la región.

“Pasó hasta el 23 de diciembre en una de las comunidades, manifestaron los pobladores”, contó Myrian, y de acuerdo con esos relatos ese día fue “llevada por militares”. Aunque también transmitió que “en otras comunidades dicen que fue llevada a la fuerza por personas (vestidas como) civiles”.

Myrian reclama también por la inocencia de su hermana Laura, quien hasta noviembre de 2019 había trabajado como enfermera en una clínica privada de Puerto Rico. “Ella fue solamente a acompañarles a las niñas. Hace once años que estamos viviendo acá, que trabajamos y estudiamos en Puerto Rico, y a través de Migraciones puede demostrar que hacía tres o cuatro años que no pasaba a Paraguay”, aseguró.

Destaca que cuando Laura Villalba fue detenida ““ella no opuso ningún tipo de resistencia”, y que, ya en la capital, Asunción, se le imputaron delitos “por terrorismo, por asociación criminal, por resistencia a la autoridad”. Asegura que no tiene ningún antecedente judicial  y que desde que se la presentó oficialmente como detenida está “aislada, incomunicada, siendo la única mujer en toda la historia de Paraguay que está privada de libertad en un cuartel militar”.

“El gobierno paraguayo no ha respondido absolutamente nada” acerca de los asesinatos de las dos niñas perpetrados en septiembre, en un hecho en el que –asegura Myrian- “mi hija Lilian Mariana y María Carmen fueron torturadas y ejecutadas por la Fuerza de Tareas Conjunta”.

Y en relación con la desaparición de su sobrina Carmen Elizabeth, por el que se han presentado denuncias ante distintos organismos internacionales como la Relatoría Especial sobre las Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias de las Naciones Unidas, manifiesta mucho miedo: “No tenemos ninguna seguridad de que no van a atentar contra su vida”, afirmó.

Sus expectativas están puestas en las gestiones que la familia lleva adelante con “abogados de la Argentina, de Brasil y de Paraguay” para que el gobierno que preside Mario Abdo Benítez habilite la actuación de una comisión que, con ayuda de personas que sirvan de baqueanos en aquella región en la que fue vista por última vez la niña, “pueda entrar en la zona el 2 de enero” para rastrear su paradero.  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: