Reclamos, huelga y represión

(PL) El jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, general Sérgio Etchegoyen, admitió este martes que en tres Estados se empleó la fuerza para reprimir a manifestantes, al calor de la huelga de camioneros autónomos.
Hubo necesidad de recurrir a la fuerza en Piauí, Acre y Maranhao, ‘pero sin mayores consecuencias’, dijo Etchegoyen en una conferencia de prensa ofrecida junto a otros ministros del gobierno de Michel Temer para hablar sobre el paro de los transportistas de carga en curso hace nueve días.
Según el general, donde único se reportaron detenidos (siete) fue en Maranhao y estos no eran camioneros, sino manifestantes que intentaron obstruir el paso de las caravanas que llevan combustible.
Todavía hay ‘manifestaciones oportunistas’ en los perímetros urbanos que aparentemente tienen comunicación entre ellas y a las cuales encararemos, amenazó.
El jefe del Gabinete de Seguridad Institucional informó además que ya fueron establecidos y están funcionando ocho corredores de abastecimiento de combustibles y cargas; pero no descartó que en alguno de ellos pueda producirse lo que consideró ‘un problemita puntual y momentáneo’ como consecuencia de manifestaciones.
Reconoció además que aun cuando no existen bloqueos de carreteras, persisten puntos de concentración de camioneros, que desde el pasado día 21 mantienen un paro en demanda de la reducción del precio del diesel y por la estabilidad de los mismos, lo cual contraría la política adoptada hace un año por la Petrobras, de reajustes casi diarios.
En ese sentido, el ministro-jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha, insistió en que desde el domingo último Temer ‘respondió por entero’ a las demandas de los huelguistas y que el gobierno ‘está cumpliendo una a una todas sus promesas’.
Para intentar resolver la crisis provocada por el prolongado paro, que sumió al país en un caos, el inquilino del Palacio de Planalto adoptó un paquete de cinco medidas que inicialmente se dijo tendrían un costo aproximado de nueve mil 500 millones de reales (más de dos mil 660 millones de dólares estadounidenses) para las arcas públicas.
Hoy, sin embargo, el propio Padilha corrigió al alza la cifra y dijo que en realidad serán necesarios 13 mil 400 millones de reales (más de tres mil 600 millones de USD).
El ministro de la Casa Civil ratificó además que para compensar esos egresos no se maneja ninguna hipótesis de aumentar los impuestos, sino que el Ministerio de Hacienda determinará a qué áreas reducir incentivos fiscales.
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