¡Que vivan los gerentes!

En cinco o seis días, constatado el deterioro del macrismo en las encuestas, las operetas de Clarín y La Nación, y sus furgoncitos de cola, fueron: 1) acaparar el malestar social en sus propias manos, con la “oposición” al tarifazo en Carrió; 2) presentar el bochorno del pago en cuotas como “cesión” y “corrección” del gobierno (“cambiar algo para que nada cambie”, tecleó el díscolo Bonelli, el viernes); 3) reclamar hoy el reagrupamiento oficialista y, en adelante, hacer las cosas mejor, no sea cosa que crezca el peronismo malo, el populista-corrupto-demagogo-fracasado, el que no quiere tarifazos, reclama por los salarios, habla de mercado interno y se opone a las “inversiones extranjeras” y a la reforma laboral.
Carrió como pseudo opositora al tarifazo es una grosería periodística que no se puede sostener. Pero además ella tiene sus enemigos en la élite gobernante. Clarín le tiró una señal mafiosa el miércoles, cuando una nota de Eduardo van der Kooy llevó el título “doble agente de Cambiemos”. Es decir, la empuja a las cloacas de los “service”.
Pero son escarceos: lo central es que ella apareció como resistencia blanca y pura al tarifazo, frente a la “intransigencia K”: así, estos diarios dijeron que el intento de sesión en Diputados fue algo urdido por los odiados kirchneristas, ante quienes todos los demás, Frente Renovador, Peronismo “federal” e izquierda se pusieron de rodillas.
En fin, luego de titular que Macri “cedió” con las tarifas, hoy vienen los pases de factura: Van der Kooy en Clarín, y Morales Solá y Fernández Díaz en La Nación, reclaman que la coalición oficialista mejore un poco.
Van der Kooy dice que está en juego “la gobernabilidad”. Preocupan la inflación y las “porosidades en la pureza” del macrismo, una forma pseudo poética de llamar al robo generalizado que encabeza Macri. Una “saga” de porosidades, según él: Triaca, Aranguren, Caputo, Dujovne y “la nómina puede continuar”, pero… NO LA CONTINÚA. Es decir, no nombra por ejemplo Macri y las guaridas fiscales, Macri y el Correo, Macri y Odebrecht, etc.
Y luego, cierta amargura: ¿hacía falta que lo de las tarifas llegara a donde llegó? Exactamente la misma pregunta que hace Morales Solá hoy, quien explica que para llevar al país a “las reglas prácticas del capitalismo”, nada hay mejor que los CEO de Mau, que son la opción a los decepcionantes “políticos”. Pero ellos carecen de sensibilidad para calcular costos, pobrecillos. Y por eso aparece una Carrió. ¿Por qué no lo pensaron? pregunta con algo de desazón.
Hace falta ser más avivados, muchachos, porque este barullo oculta el éxito económico del macrismo, como el crecimiento en marcha y la abundante inversión que hay, dice Joaco, aunque nadie la vea (réplica del “crecimiento invisible”, genialidad teórica de Mauricio, a quien Morales Solá ama más allá de todo límite).
Y Fernández Díaz, en La Nación: los votantes de Cambiemos están “menos pacientes con la economía y más críticos con los pecados de la ética”. Ya ves: los 70 mil milloncitos que Mau quería afanarse es, al fin, un pecado de la ética. También empresas y cuentas en guaridas fiscales.
Y mucho ojo: peronistas que “se odian” se juntaron para el intento de sesión especial para enfrentar la “dolorosa normalización” tarifaria. Así que, con vistas al segundo mandato de Macri, que ve prácticamente asegurado, dice que acaso Cambiemos ya sabrá “cómo acabar con teatralidades mesiánicas” (tomá pa vos, Lilita).
Si no se entiende todo esto, lo explica la nota editorial de La Nación de hoy: dice que Argentina necesita un peronismo que acepte todas las políticas en curso, entre ellas la reforma laboral, objetivo oligárquico de fondo que este diario nunca olvida.

La columna de Hugo en Contala como quieras (24/4):

 

Semana a semana el periodista y escritor Hugo Muleiro repasa con detenimiento las columnas de opinión y análisis de los principales medios gráficos de mayor alcance nacional en tanto hegemónicos.

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