La CEM reclama exenciones impositivas para los 77 municipios

La reglamentación del artículo del Presupuesto Nacional 2021 relativo a las zonas aduaneras especiales tiene que establecer uniformidad “para todo Misiones», apuntó Alejandro Haene, titular de la Confederación Económica de Misiones, organismo que, aseguró, ha sido claro respecto a que la norma debería aplicarse a los 77 municipios. «No podemos generar asimetrías internas o un doble estándar, a tal ciudad sí y a tal no”, reclamó.

“El Gobierno provincial sabe de nuestro pedido en ese sentido, y en la reunión mantenida en el Ministerio de Economía (de la Nación) eso quedó claro”, insistió el presidente de la CEM, en diálogo con Contala como quieras.

Alejandro Haene en La 99.3, el 9 de diciembre de 2020

Aun consciente de que la iniciativa para lograr ese trato diferencial nació pensada “exclusivamente para Misiones y se transformó en un beneficio para todas las provincias fronterizas”, lo que implicará que “cualquier logro vamos a tener que compartirlo con otras 18 provincias”, el empresario apuntó a “la situación geopolítica única: no existe otra provincia que tenga el 92% de sus fronteras con terceros países ni que tenga su capital limítrofe con otro país”.

Yo soy misionerista, y tengo que pensar primero en mi provincia. Vamos a hacer todos los esfuerzos y los aportes posibles, como lo venimos haciendo desde el sector privado desde hace más de veinte años, para que sea Misiones la más favorecida. Porque estudiamos, porque tenemos todas las herramientas a mano armadas y propuestas al Gobierno central sobre cómo se podría aplicar”, sostuvo.

Entre los argumentos incluyó “algo fundamental que ninguna otra provincia tiene: para ingresar a Misiones hay tres pasos, el Centinela, El Arco o Chimiray; en todos ellos hay controles de Rentas armados al efecto. Son elementos que el Estado nacional deberá mensurar a la hora de distribuir determinados beneficios para las provincias incluidas en el Artículo 122 de la Ley de Presupuesto Nacional”, abundó.

Crítico de las políticas aplicadas por el Gobierno nacional, como que en el año “se crearon once impuestos nuevos, en todos los casos para subir la presión fiscal”, Haene incluyó entre esas nuevas cargas la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario, sancionada la semana pasada, a la que llamó “impuesto a la riqueza”.

“Es plata que va a salir de las personas, llamémosle, más ricas del país pero que, cuando uno la aporta, deja de producir. Es dinero que en muchos casos viene de herencias, de generación en generación. Hay muchas personas que van a estar alcanzadas y es dinero que no se vuelca, por ejemplo, a hacer un puente, o una ruta: es plata que va a ir a compensar todo lo que tiene que ver con la ayuda que el Estado les dio a través del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) a las personas en situación de vulnerabilidad. Son impuestos nuevos que afectan a la ecuación empresaria”, enfatizó, tras aclarar que él no será uno de los contribuyentes.

Al señalársele que una parte de esa recaudación por el aporte extraordinario se destinará al financiamiento para pymes, lo consideró “absolutamente insuficiente”, porque “hay muchas otras herramientas que el Estado tiene” (para reunir esos fondos), que “podrían haber salido de otro lugar”. Además, señaló la diferencia: “No es un subsidio: es un crédito que tiene que devolverse. Le saco a alguien para prestarle al otro, que después tiene que devolver con una tasa de interés”, criticó.

«Por encima de la media»

Haene consideró que desde el Gobierno nacional no se hizo un manejo adecuado de las restricciones a las actividades económicas por la pandemia, y puso el ejemplo de los “problemas de aprovisionamiento, sobre todo con materiales para la construcción: llegan con cuentagotas porque las fábricas están semicerradas”, señaló.

“Por diferentes razones, prácticamente durante nueve meses hubo gente que no fue a trabajar. Deberían haberse extremado los recaudos para que la actividad económica no cayera tanto”, reclamó. Y en ese sentido comparó los índices macroeconómicos de países limítrofes como Uruguay y Paraguay, que aunque tendrán descensos en sus respectivos PBI,  esas caídas “no superarán el 2 por ciento, mientras que en el caso de la Argentina se habla de entre el 12 y 15%. Cuando ya venimos de bajas constantes, cada vez nos estamos hundiendo más”.

Aquí cabe aclarar que las proyecciones del Banco Central del Paraguay para 2020 apuntan a una contracción de la economía del orden del 1,5%, mientras que la entidad emisora uruguaya prevé una caída del 4%.

En su balance, de cualquier manera, Haene no abandona el optimismo: “Haciendo la comparación con el resto del país, Misiones está por encima de la media. Hay algo fundamental: al trabajar con las fronteras cerradas, todos han podido trabajar mejor y mejorar mucho sus ventas”, destacó.

Reconoció el aporte de los planes de financiación provinciales “Ahora…” como un paliativo importante en el año de pandemia: “Venimos de años de mala fortuna, y esto fue como la frutilla del postre”, definió, y en ese sentido admitió que la particularidad geográfica de Misiones jugó a favor. “Todo ayuda a que se le dé mayor movilidad y circulación al dinero. Y que quede en Misiones.”

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