Las hormigas lo saben bien

Aparte de la referencia a la organización social de las hormigas como modelo biológico de vida colaborativa, no es nuevo el concepto de que las comunidades trabajando mancomunadamente aumentan el potencial de sus individuos y consiguen cumplir con ambiciosos objetivos comunes.
Carlos Resio en La 99.3 el 2 de Septiembre de 2020

(Carlos Resio) Las propuestas de la República de Platón, la Utopía de Tomas Moro, los preceptos de la Revolución Francesa y el Contrato Social de Rouseau llegaron a nuestras tierras pasando por tamices como el de Belgrano quien desde el Consulado de Comercio escribía las primeras ideas de organización para la patria que nacería una década después. O Alberdi y Sarmiento imaginando sociedades con un glorioso futuro. Algunos de los partidos políticos modernos también se apropiaron de aquellas ideas y le dieron forma según el compromiso con su hora. Irigoyen mencionaba la nativa solidaridad nacional, Juan B Justo nos proponía un socialismo científico con el que el hombre se realizaría a través del estudio y la organización solidaria. Perón nos habló de la comunidad organizada como forma de llegar a la independencia económica soberanía política y justicia social.

La patria es el otro, nos propuso CFK y con esto sintetizó una idea que muchos ya ejercíamos. También las religiones nos dicen que la solidaridad es un camino de redención. No faltan ideas y ejemplos en ese sentido. Pero mientras hombres y mujeres con espíritu humanista y solidario siguen luchando sin descanso para lograr la igualdad y la solidaridad, también están los otros. Y lo que nos deja perplejos es que muchas veces están dentro de los mismos espacios y partidos políticos que mencionamos.

Escuchamos muchas sentencias y definiciones durante la pandemia. Una de ellas, dicha con el dedo en alto y poniendo cara de sabios, “la pandemia saca lo mejor y lo peor de nosotros”. Como siempre, no estoy seguro de que sea así. Me parece que mas que eso, esta pandemia nos quita las máscaras y nos muestra con menos ropaje. Y de esta forma, nos da una idea más clara de que tipo de sociedad somos y que dirigentes supimos construir.

Que puedo esperar de los dirigentes y seguidores de cambiemos si no desprecio por el necesitado. ¿Por qué tengo que esperar buenas intenciones y verdades de quienes nos mintieron desde que están en la política siempre sacando tajada para sus mandantes, que no son el pueblo sino aquellos que medran con las desigualdades?¿Acaso tenemos que explicar que tipo de ricachón insensible y mediocre, por ser generoso, es Macri y los valores que representa? ¿Son Negri, Morales, Rodriguez Larreta, María Eugenia Vidal y Elica Carrió los líderes que un país de iguales necesitaría? Nada tengo que esperar de ellos. Pero si además de eso, tengo que escuchar al Ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires amenazar con la cárcel y al presidente de la cámara de diputados con quitar el IFE, ambos de nuestro espacio, a los que sufriendo la miseria buscan un lugar donde asentarse, estamos mal.

Estoy convencido que una sociedad solidaria no nace espontáneamente. Y para considerar que una sociedad es solidaria no es suficiente una campaña de recolección de juguetes o el aporte de unos pesos a través de un débito automático. Para definir que una sociedad es solidaria y cree en la construcción colectiva de su destino, este rasgo debe prevalecer, debe estar presente en una masa crítica de personas que verdaderamente hagan una diferencia. Para construir una sociedad solidaria, me parece, hace falta una decidida y clara intención política. La prédica debe ser continua,de largo plazo y sin dobleces. El neoliberalismo, los golpes militares, las traiciones dentro de nuestros propios espacios han ido prefigurando una parte de ciudadanía ensimismada, superficial e indiferente. Eso parece estar mostrando la pandemia al sacar las máscaras. Pero es insolidaria nuestra sociedad? O de nuevo, es la pequeña parte que los medios hegemónicos muestran como mayoritaria para nuestro desaliento?O quizá aquellos que muestran alguna indiferencia no recibieron el estímulo educativo o de motivación que los hubiera convertido en militantes de la igualdad.

Estas preguntas surgen cuando se ve a tanto citadino pidiendo más apertura mientras médicos, enfermeras y científicos imploran para que no nos comportemos como orates. O tipos que no tienen mas que lo puesto y se oponen a que los ultraricos aporten un 2% de su patrimonio. O peor aún, que el que ya no puede pagar su celular se oponga a que su servicio sea declarado de orden público. Y no quiero caracterizar al vecino de ninguna ciudad en particular porque hemos visto desaprensivos en todoslados pero es en los grandes conglomerados, donde quizá la masividad hace que la empatía cueste mas y el mensaje enloquecedor de los medios hegemónicos que los estragos sean más profundos.

El miércoles pasado, cuando caracterizamos al ciudadano que deseamos, surgió que la educación y una comunicación inteligente son herramientas indispensables. Creo que en este caso, también se evidencia esa idea. Por todo esto, la profundización de un modelo nacional y popular con el compromiso reforzado de quienes creemos en este camino más una democracia intensa e inteligente nos puede dar un ciclo con el que, habiendo aprendido de los errores del anterior, podamos fijar algunas de las bases que nos permita ir saliendo de un círculo vicioso.Salir del largo tobogán que desde hace 70 años parece llevarnos inexorablemente a un pozo definitivo. No será fácil, pero que otra cosa nos queda sino seguir intentando.

El Manifiesto Argentino es un colectivo integrado por ciudadanos y ciudadanas de toda la república, y todas las profesiones y actividades, que ha instalado ya en la agenda política de la República Argentina algunas ideas hoy fundamentales para la vida nacional. En primer lugar la necesidad de una Reforma Constitucional profunda y popular de la que resulte una Nueva Constitución Nacional.

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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