El pan nuestro de cada día y los miserables de siempre
Una de las cuestiones que la pandemia puso blanco sobre negro a nivel global pero también en el país es la enorme desigualdad y la enorme concentración de riqueza en muy pocas personas. El gobierno viene peleando por controlar el aumento de precios, en particular los precios de los alimentos. Para entender de qué hablamos cuando hablamos de concentración en este aspecto hay que saber que 20 empresas producen el 80 por ciento de los alimentos y bebidas que se consumen en el país, entre ellas Adecoagro, Ledesma, Mondelef, Arcor, Nestlé, Molinos Río de la Plata, Cañuelas, Dadone La Serenísima, CocaCola, mientras que las cadenas de supermercados Coto, Carrefour, Walmart, La Anónima, Seconsud manejan el 65 por ciento de la comercialización de lo que se consume en el país. Esta sociedad de hecho entre grandes productores y comercializadores constituye un paredón contra el que es muy difícil pelear para destrabar el proceso de formación de precios.
A la Economía, como una ciencia social que estudia la forma de administrar los recursos disponibles para satisfacer las necesidades humanas, se la puede entender o no, todo depende de quien nos hable de sus vaivenes.
Dicen que cuando las políticas económicas son perjudiciales para el conjunto del pueblo los que las justifican lo hacen con un discurso poco accesible al ciudadano común.
En tanto, quienes pretenden la aplicación de políticas económicas que busquen dignificar a las mayorías populares explican su viabilidad con lenguaje coloquial, comprensible para todos. Ésta es la premisa con la que la economista Mirta Botzman analiza, propone y debate sobre la coyuntura y las políticas económicas en la Argentina actual, cada jueves, a las 7.30, en el programa Contala como quieras de La 99.3.
