Alegoría de la Scaloneta

Carlos Resio.

El título de una nota publicada ayer en la edición electrónica del diario Primera Edición del 20/12 en la que se resume una entrevista que Alfredo González, nuevo presidente de la CAME y chaqueño, le dio ala radio 89.3 vinculada con ese medio, me hizo entrar en su lectura con un prejuicio. Estaba mal predispuesto ante tanto comentario estúpido sobre la conveniencia o no del decreto presidencial que declaraba feriado nacional el 20 de diciembre para festejar el recibimiento de la selección campeona del mundo. La nuestra.

El encabezamiento dice,Feriado mundialista: “Lamentablemente esto daña muchísimo a las empresas” y luego de haber escuchado el audio de la entrevista disponible en la página me quedó evidente que la intención de la entrevista era introducir una nota negativa para criticar al gobierno nacional ya que el entrevistado hace un análisis más complejo acerca de la situación general de las pymes en la Argentina pero el título muestra la intención ya que no es la médula de la nota. No queda claro cuánto daña un feriado imprevisto a las empresas ya que, si bien es cierto que en feriado el sueldo se paga doble, la mayoría de las empresas abrieron sus puertas y la actividad comercial fue normal salvo en las zonas de gran concentración de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Pero sí se hace evidente, en las palabras de González, que las pequeñas y medianas empresas no la están pasando del todo bien a pesar del incipiente crecimiento mostrado desde el año pasado que apenas alcanza para parar la sangría generada por el gobierno macrista primero, la pandemia luego y que debido a la inflación, problemas estructurales y las políticas de enfriamiento ya está mostrando signos de desaceleración. Durante el gobierno de Macri, luego de un estancamiento que comenzó en 2014, se produjo el cierre del 5% de las empresas relevantes sumando 27.000 bajas a lo que luego se sumó otro 4,5 % producido por los efectos de la pandemia a pesar del enorme esfuerzo del gobierno por detener la caída pagando parte de los sueldos durante todo un año. Pero también, en las quejas del presidente de la CAME, hay una búsqueda de ideas, un rumbo, un ideal para seguir. Y aunque él las pide de la política, tampoco parece tenerlas el sector que representa. Entiendo que debe hacer un fino equilibrio para no pisar callos sensibles entre sus representados de uno y otro signo y eso desnuda la dificultad para iniciar un debate franco y productivo. En este y otros ámbitos nos hemos estancado en una postura defensiva y de resistencia ante el feroz embates de la derecha feroz y criminal, que es lo que caracteriza a las derechas en todo el mundo y en este momento, y no nos permitimos levantar la cabeza para mirar un horizonte más alto y ambicioso y darnos una discusión para fijarnos tales objetivos.

No es inocente que la discusión, en todos los campos, haya caído a niveles del ridículo y se haya llegado al punto de tener que explicar por qué no es viable una democracia en que el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner sea tratado como un robo común, que la justicia haya caído a niveles cloacales y que la oposición política nos haya llevado al ejercicio del insulto. Mientras tanto en lo importante, el Paraná, el litio y el gas corren riesgo de seguir e manos extranjeras, la Argentina sigue en rumbo de perder otra oportunidad de ocupar un lugar destacado en el nuevo ordenamiento mundial.

No es en la chicana, la queja y el señalamiento de lo esperpéntico de los representantes de los poderes fácticos que nos propone la derecha el camino para construir una mejor Argentina. Que Mauricio Macri diga con total impunidad que Qatar avanza rápidamente porque “hay altísima homosexualidad pero viven tranquilos porque lo que no hay es ostentación” o que Patricia Bulrich prometa bala y palos para resolver los problemas nacionales y que estos dirigentes sean los que tienen posibilidades de gobernar el país deberían ser un tema de reflexión y debate. Pero no lo es porque hay que recuperar la conciencia del pueblo argentino y sus valores democráticos y para eso hay que recorrer un camino en el que nos cuesta dar el primer paso y es proponer al pueblo de la nación los debates que definan que país quieren las mayorías para su futuro. Un idea, un rumbo. No solo una reacción espasmódica a la agresión artera de la derecha.

Y ya que estamos en clima mundialista me animo a tomar el proceso que inició Lionel Scaloni y que llevó a la selección argentina al tope de las posibilidades. El inicio de este proceso también se produjo a partir de una crisis y hasta pareció que su conductor fue el elegido porque no había otro. ¿La elección de Néstor Kirchner tuvo algo de esto? Pero no estaba a la vista que detrás de este inicio había una historia y una tradición y el equipo técnico, seleccionado por Menotti, eligió elevar su mirada y soportar la bajeza interesada de agresiones y ataques de periodistas, dirigentes y pavotes para trabajar apostando a una idea. También las agresiones recibidas por Scaloni, la selección y los jugadores mostraban la bajeza que muestran las expresiones de la política opositora y muchas veces la reacción se producía en el mismo nivel pero nunca por parte del plantel y el cuerpo técnico. El equipo enamoró, cumplió y ayer lo esperaron 5 millones de personas que le agradecieron haberles dado un tiempo de dicha.

Es cierto que la urgencia es la mesa de las familias y la inflación y la precariedad del empleo son temas urgentes y absorben el corto plazo. Pero también es cierto que son consecuencias de  haber cedido en la discusión de modelos y horizontes que en su momento fueron escamoteados por los intereses que representan las minorías privilegiadas y muchas veces parasitarias. Es momento de dejar de ceder y ocupar el centro de la escena con los temas que son importante y a los que están atados los males de la actualidad. La propiedad de la tierra, el modelo productivo y la soberanía alimentaria; la distribución de la riqueza y el desarrollo tecnológico; el modelo educativo y el sistema de salud; el sistema político y las representatividades; la constitución nacional. Llevar estos temas a la consideración del pueblo para que se vuelva a imaginar una patria que los contenga y les proponga un sueño que enamore. Ya transitamos ese camino más de una vez, sabemos que es posible, no nos conformemos con menos. También como país podemos ser campeones, ojalá estemos a tiempo. Lo otro es la entrega, la miseria y la violencia.

Carlos Resio

Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3

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