Salarios en cuarentena: sí, pero…

-¿Podemos transmitir una mínima tranquilidad al trabajador posadeño de pequeñas y medianas empresas, fundamentalmente de comercios, de que a principios de abril va a tener su salario disponible?

-Sí. La comunidad empresarial de esta ciudad tiene como primer objetivo no romper la cadena de pagos con nuestros colaboradores. Aquel que se encuentre en una situación más comprometida va a optar por no pagar algunos impuestos o por cortar por otro lado, pero nunca por la mano de obra.

La respuesta es del presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, Sergio Bresiski. Se la dio al programa Contala como quieras, y su aclaración aporta una cuota de tranquilidad para miles de familias posadeñas, aunque no exenta de advertencias sobre las dificultades para el cumplimiento de esos pagos.

La paralización de actividades en la mayoría de los rubros comerciales, una preocupación a nivel global, ha tenido en la provincia algunos pronósticos alarmantes.

Carlos Mielniczuk, presidente de la Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (Cripco), dijo que muchos comercios de esa ciudad “hace quince días que no trabajan, así que les será imposible afrontar el pago de salarios este mes, y el próximo no sabemos qué va a pasar”.

En las antípodas de esas declaraciones, Bresiski sostuvo que “el compromiso con los empleados también es una cadena de pagos, y es la última que se debe romper. La mayoría, en esta situación extrema, priorizará en todo caso posponer el pago de impuestos o de tarifas para respetar el cumplimiento con nuestros asalariados”, aseguró.

Sin embargo, admitió un cúmulo de dificultades que deberán afrontar los comercios y, en general, las pymes de Posadas, como la falta de flujo de caja, que la mayoría arrastra de varios años de recesión y endeudamiento.

 “Los comercios e industrias pymes de Posadas generan treinta mil puestos de trabajo. Tomando un parámetro de una familia tipo para cada uno, quiere decir que unas 120.000 personas se sustentan con el ingreso de esos trabajadores”, reseñó el empresario.

Una palabra y un número: tasa 0

“Está bien que obliguen a las pymes a cerrar, porque es una responsabilidad social, pero se necesita que por el otro lado se les tienda una mano”, reclamó, y en ese punto consideró insuficiente el anuncio del Gobierno nacional del lanzamiento de líneas de créditos a una tasa anual de 24 por ciento.

“No se puede obligar a una empresa a que se endeude a una tasa de 24 por ciento, porque tarde o temprano va a quedar obligada a cerrar. No se trata de un crédito para comprar una máquina, para aumentar la productividad”, dijo, y señaló que destinar esa financiación al pago de salarios sería usar el préstamo “para pagar algo que está previsto en la estructura de costos. Estaríamos yendo en el mismo camino que tantas veces ha recorrido el Estado: endeudarse para pagar compromisos de mano de obra. Les estamos poniendo una mochila muy pesada a las pymes y al comercio”, sostuvo.

“La situación puede ser realmente caótica si nosotros, los comerciantes e industriales, arrancamos sin liquidez. Porque no va a ocurrir que levantemos la persiana y (el dinero) va a fluir: en la caja de cada empresa se va a necesitar liquidez para empezar nuevamente el circuito. Si (al pequeño y mediano empresario) le estás sacando liquidez y encima lo estás invitando a que se endeude a un 24 por ciento para pagar impuestos o mano de obra estás armando una bomba para el día uno” de reanudación de la actividad, insistió.

“En este escenario, con una economía totalmente paralizada, reclamamos que tengan en cuenta la realidad de las pymes, que necesitan acceso a un préstamo bancario a tasa cero”, enfatizó.

En cuanto a las tratativas que la CCIP ha iniciado con el ministro de Hacienda provincial, Adolfo Safrán, y con el intendente posadeño, Leonardo Stelatto, Bresiski remitió al documento de doce puntos que la entidad elaboró como resumen de las medidas requeridas para llevar adelante esta crisis.

En lo esencial, el planteo se apoya en la postergación y disminución de impuestos provinciales y tasas municipales, y en lo referido al pago de tarifas “estamos proponiendo el pago del costo del consumo energético, pero que se exima de toda la carga impositiva de las facturas, que representa alrededor de un 40 por ciento del monto total”.

La CCIP también reclama que “la quita de las cargas patronales aplicada a sectores como el turismo y los restaurantes pueda extenderse al comercio y la industria que hoy tiene sus puertas cerradas”, y en ese sentido aventuró: “Creo que están a un paso de hacerlo.”

Sergio Bresiski, entrevistado en La 99.3 el 27 de marzo de 2020

“Estamos en esa negociación, que nunca es lineal. Somos conscientes de que la paralización de las actividades acarrea caída de la recaudación, y eso forma parte de la espiral de cualquier negociación. Lo más importante es tener la respuesta cuando uno pide hablar, y eso lo tenemos”, destacó.

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