Salarios, el ingreso familiar en mayor emergencia

“A todos los sectores se les dio una mano; a las organizaciones sociales, a los sindicatos… Los empresarios misioneros no nos quejamos de lleno: nadie tiene cuentas en las islas Caimán, somos todos de acá, nos conocemos todos, somos todos de carne y hueso”, dice Alejandro Haene, presidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), como síntesis del reclamo empresarial provincial al Gobierno nacional y a los bancos para afrontar la crisis generada por la pandemia de Covid-19.

Lo hace respaldado por un relevamiento que la CEM realizó en industrias y comercios de toda la provincia en el que, entre otros datos por demás alarmantes, surgió que el 88 por ciento, “es decir casi nueve de cada diez empresas, advirtió que no están en condiciones de afrontar el pago de salarios de abril”.

“Hace más de un mes que desde la Nación vienen hablando de las ayudas, pero las ayudas no llegan”, le dijo Haene al programa Contala como quieras, en una charla que también repasó qué papel juega la banca en una situación “difícil, tortuosa y agónica en algunos casos”.

El relevamiento de la CEM arrojó que el 91% de los empresarios no tuvo acceso a ninguna de las líneas de financiación para la emergencia anunciadas por el Banco Central, con tasas de 24 por ciento anual: “Éste es el momento en que los bancos salen a auxiliar a las empresas o se olvidan de las empresas. Cuando dicen que el 24% es barato, sepan que el banco no va a cobrar algo para perder: si cobra esa tasa es porque el Central les liberó encajes para que puedan prestar a esa tasa”, señaló el titular de la CEM.

Carrera de obstáculos

Y contó: “Ayer me llamó un empresario muy importante de Misiones que trabaja con cuatro bancos y hasta ahora ninguno le pudo dar certeza de que le vayan a dar una nómina (salarial). Hablo de una empresa testigo, con muchos trabajadores, con presencia provincial y extraprovincial, y le decían que se terminó el cupo.”

Comentó que ese caso de una empresa grande se repite de la misma manera con las pequeñas y medianas. “Estamos hablando de nóminas normales, de 5 millones de pesos promedio” para las que los bancos tampoco habilitan las nóminas ni ninguna línea crediticia anunciada por la emergencia.

También protestó por los obstáculos burocráticos que ponen los bancos: “Si tenés certificado pyme, si pagás los sueldos con mi banco, si no pagás los sueldos con mi banco, que tenés que presentar las ventas de los últimos 12 meses, a quién le debés, cuánto le debés… Pero la gente está urgida. Hay momentos y momentos. Cuando no hay sobresaltos está bien que pidan todo, pero en un momento donde hay una moratoria de la AFIP y para el 99% de las empresas el problema es pagar los sueldos…”

“Hay negocios que hace más de un mes que están cerrados, sin generar caja, y eso a cualquiera angustia. Porque una cosa es cerrar por vacaciones o refacciones, pero estar así, sin saber a ciencia cierta cuándo van a poder abrir las puertas, es un dilema y se profundiza día a día porque la ayuda no llega y todo se hace lento. Esto, así, sin certezas, es muy complicado, todo está muy ralentizado”, agregó.

Del dicho al hecho…

Respecto del anuncio del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, acerca de que el Estado pagará parte de los salarios a las empresas que se hayan inscripto al Programa de Emergencia al Salario y la Producción, Haene fue categórico: “Sí. Son más de 390 mil las empresas. Yo inscribí a 50 empresas y todavía no tengo ninguna noticia.”

“Nosotros le presentamos varias notas al ministro Kulfas y nos respondió todas. El tema es que si hay negocios que hace más de un mes están cerrados y todavía no saben si van a recibir 100, 200, mil o cinco mil pesos por empleado, imagínese la angustia de esos empresarios. Falta más rapidez”, reclamó.

“Hagamos las cosas más seriamente… A veces quiero ‘picharme’, porque para algunos sectores se hace todo por Internet, se les avisa. Como el pago de los 10 mil pesos: va a haber gente que va a poder cobrar sin haber tenido nunca una caja de ahorro, cuando a las empresas les piden que tengan al día la seguridad social, que sean clientes… Uhhh, es una carrera de obstáculos”, lamentó.

Y añadió: “Hay empresas que tienen los fondos depositados en las cuentas pero no pueden acceder a las cajas. Es decir: los jubilados, pensionados y los que tienen planes, sí; pero los que tienen la plata en los bancos no la pueden retirar porque para ir al banco hay que sacar turno, porque tienen cupos por día… Pero la necesidad es de ayer, y hay actividades que necesariamente se tienen que pagar plata en mano, porque no hay cajeros automáticos en toda la provincia. A veces nos tratan como si fuera la CABA (la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), donde hay más cajeros que quioscos.”

“Hoy más que nunca las entidades bancarias deberían ser más proactivas, deberían estar más cerca del cliente. ¿De qué viven los bancos? De los clientes. Un jubilado, o quien cobra los haberes, tiene una caja de ahorro gratuita; los que pagan a los bancos son las industrias, los comercios, las empresas de servicios”, señaló.

Cuestión de espaldas

El titular de la CEM también repasó las diferentes situaciones en que pueden enfrentar la crisis las grandes empresas y las pymes. Y comparó la realidad que tiene que afrontar una pyme con la de la multinacional Techint, “la empresa más grande del país, que tiene presencia en 23 países y facturó el año pasado más de 100.000 millones de dólares y no tuvo empacho en despedir a 1.500 trabajadores porque se les cortó un poco la exportación”.

“Ellos tienen espalda, no necesitan pedir al Banco Nación un préstamo para pagar la nómina. Esas empresas se financian en el exterior a tasa negativa. Entonces, ¿por qué para las empresas de hasta 100 empleados se hace el trámite a través de la página de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) y si tenés 101 (empleados) tenés que presentar a través de la ANSeS (Administración Nacional de la Seguridad Social) un Repro (programa de Recuperación Productiva) presentando previamente el proceso preventivo de crisis, que solamente se puede tramitar en la CABA”, apuntó.

Y entonces volvió a marcar las dificultades que se multiplican para las empresas misioneras: “Alguien que tiene una empresa en Andresito con 140 empleados tiene que contratar un empleado en Buenos Aires, tiene que darle una cantidad de información para probar que en marzo y abril de 2020 vendió menos que en marzo y abril de 2019. Todo eso es plata, son costos. Eso profundiza la diferencia con quienes pueden resolver a través de la página de la AFIP, (Administración Federal de Ingresos Públicos, a quienes) en 48 horas les dicen si van a cobrar o no. Así debería ser para todas las empresas”, demandó.

En bancarrota, todas las cartas

Haene apuntó a la erogación que hará el Estado con el pago del Ingreso Familiar de Emergencia que otorga la ANSeS, que a razón de 10.000 pesos para cada beneficiario (ya hay 7.854.316 millones de trámites aprobados) representará un monto cercano a los 80.000 millones de pesos.

Y al respecto fue enfático: “Nosotros tenemos la maquinita de hacer billetes”, dijo, en alusión a la emisión monetaria. El Gobierno podría haber “hecho lo mismo con los trabajadores registrados, que son 8 millones, como hicieron Brasil y Paraguay. Brasil depositó en la cuenta de cada empleado registrado un sueldo sin preguntar si el empresario está pagando o no los salarios: (allí) el Estado se adelantó a los hechos”, sostuvo.

“En la Argentina hay 21 millones de personas que todos los meses reciben un cheque, sean jubilados, pensionados o beneficiarios de algún plan o ayuda especial, mientras que los trabajadores registrados son 8.100.000. Ahí está la disparidad. El Estado debería hacer ahí el esfuerzo”, reclamó.

Y en cuanto a los números de las cuentas fiscales, apuntó a que en el plano de la crisis global desatada por la pandemia de Covid-19 el Fondo Monetario Internacional ya calculó que el Producto Bruto Interno de la Argentina va a caer 5,7%, “y el Gobierno nacional salió a decir que va a descender más. Si ya estamos en bancarrota, juguémonos todas las cartas y en el mientras tanto vemos cómo arreglamos, pero demos algún grado de certezas”, reclamó.

Alejandro Haene en La 99.3, el 16 de abril de 2020

“Sabemos de todos los problemas. Lo sabía el gobierno que se fue y lo sabía (el Presidente) Alberto Fernández cuando agarró esta papa caliente… Por eso, pongamos a todos en el mismo plano: a los que cobran planes, a los jubilados, a los pensionados, a los monotributistas A y B y a los que son trabajadores registrados, porque en definitiva el sistema de seguridad social se sostiene con el aporte de esos trabajadores registrados, más allá del déficit tremendo de la seguridad social, porque por cada trabajador activo registrado hay un jubilado y (esa relación) debería ser tres a uno”, señaló.

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