Radicales contra la desregulación

Cuando la yerba mate fue desregulada “solo trajo crisis que las pagaron los más débiles de la cadena de producción”, aseguraron desde la corriente Pensamiento y Acción Radical (PAR) de la Unión Cívica Radical (UCR) de Misiones,  en un documento en el que recordaron que «ese proceso fue durante la era menemista».

Con las firmas, entre otros, del ex diputado nacional Raúl Solmoirago, de la actual diputada provincial Anita Minder, del ex diputado provincial Germán Bordón, el presidente de la Convención Provincial Ruben ‘Pili’ Bravo y Angel Darío Grespani, miembro del Comité Central Provincial de la UCR, el documento sostiene que tras la desregulación de la ´decada de los 90, «a los pocos años nuevamente la crisis se hizo insostenible y se debió volver a legislar creando el Instituto Nacional de la Yerba Mate en el 2002”, cuyo proyecto también suscribió Solmoirago.

«Así fue en la década del 30, cuando ante la gravedad de la situación generó la creación de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y el Mercado Consignatario» y, «sin reparar en los antecedentes, en los 90, (Domingo) Cavallo y (Carlos) Menem lo volvieron a hacer y en un decreto ómnibus volvieron a desregular, eliminando la CRYM y el Mercado Consignatario», tras lo cual, «a los pocos años nuevamente la crisis se hizo insostenible y se debió volver a legislar creando el Instituto Nacional de la Yerba Mate en el 2002», apuntan los radicales misioneros.

Aunque en la última reunión de productores e industriales con el ministro de Agroindustria de la Nación Luis Miguel Etchevehere, en la que se laudó el precio de la hoja verde y la canchada, no se mencionó la intención del Gobierno nacional de avanzar en la desregulación de la producción de yerba mate, muchos recuerdan los fuertes trascendidos de diciembre último cuando se aseguraba que el entonces flamante ministro y ex titular de la Sociedad Rural Argentina tenía preparado un decreto para volver a desregular el mercado yerbatero.

En ese sentido, los radicales de PAR refirieron que «el ministro Etchevehere laudó el nuevo precio de la yerba sin hablar del tema pero hay quienes siguen insistiendo con una desregulación que haga retroceder el negocio de la yerba mate veinte años atrás», y aseguran que «son los mismos de siempre, que con la crisis y a pérdida de la mayoría de los productores hicieron pingües negocios en un mercado desregulado».

Teniendo en cuenta que la UCR es parte de la alianza gobernante Cambiemos, es llamativo que desde PAR se expidan contra la desregulación, salvo caso tengan información certera de que desde Agroindustria se esté avanzando en ese sentido.

Otro párrafo, que deja entrever que la preocupación tiene asideros, se dice que «los militantes de la UCR misionera tienen muy claro el camino a seguir y se oponen firmemente a cualquier intento de desregular precio y producción porque conocen en profundidad la crisis que esto ya provocó en el pasado y fundamentalmente porque sabe que la pagan los sectores más débiles de la producción».

Un negocio finito

PAR también explicó que «la yerba mate es un negocio finito, el 89 por ciento de lo que se produce va al mercado interno y alrededor del 11 por ciento se exporta. El mercado interno tiene una demanda prácticamente inelástica y el mercado externo, hasta hoy, no fue explorado lo suficiente como para aumentar su exportación», advirtieron.

Recordaron que «el INYM fue creado con la finalidad de que la yerba mate sea un producto sustentable a todos los actores de la cadena, desde su producción primaria hasta su industrialización», por lo tanto «no alcanza con discutir su precio, es una condición necesaria, pero para que sea suficiente debe trabajarse mucho en varios temas que tienen que ver con la calidad, la promoción interna, el avance en mercados externos aprovechando sus propiedades e imaginando formas de consumo que no se dan con mate y bombilla». Para ello, remarca que es fundamental «transparentar la comercialización en todas las etapas donde las grandes cadenas de distribución tiran abajo el precio del resto», y destacan que «la incorporación de tecnología es fundamental para lograr una estandarización de los volúmenes de producción que permita que la discusión de los precios sea aceptable para todos. Las herramientas para lograr el objetivo están en la propia Ley de creación del INYM, pero es indispensable la participación activa del estado nacional y de los estados provinciales donde radica la producción».

Finalmente, para la corriente de Pensamiento y Acción Radical «el camino a la solución de los problemas debe ser el diálogo en el ámbito creado dentro del INYM  donde todos los sectores tienen participación y la presencia permanente del Estado para frenar las ambiciones desmedidas de quienes comercializan basando su ganancia a costa del sacrificio de toda la cadena desde la planta hasta la industrialización».

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