Los impostores disfrazados de alma guaraní
Aunque «sobran ejemplos de misioneros ilustres que han tenido sangre guaraní. Hubo guaraníes en tiempo y espacio que merecen ser nombrados, por ejemplo los 200 guaraníes y sus familias que acompañaron a Juan de Garay a refundar Buenos Aires; o los vencedores de Mbororé al mando de Nicolás Ñeenguirú; la misma Rosa Guarú que fue nodriza del Libertador en Yapeyú, y se dice que el mismo San Martín tenía sangre guaraní; el granadero Miguel Chepoyá; Andrés Guacurarí, nuestro prócer máximo, y su lugarteniente Vicente Quiraparé que lo reemplaza cuando fue apresado; el propio Alcibiades Alarcón que elige para su tumba ‘una escritura en guaraní'», lo cierto es que los que de manera grandilocuente dicen reivindicar a los antiguos dueños de la tierra sin mal les dan la espalda. Basta ver al director de Asuntos Guaraníes atornillado en su cargo desde hace 20 años construyendo relaciones para que nada cambie, haciendo de su función una herramienta de política clientelar. En el Digento Jurídico que promovió Carlos Rovira se eliminó la Ley 4000 que reconoce a la Nación Mbyá y obliga al Estado a cumplir ciertas pautas. Se la elimina por la extraña razón del ‘objetivo cumplido'»
El Manifiesto Argentino es un colectivo integrado por ciudadanos y ciudadanas de toda la república, y todas las profesiones y actividades, que ha instalado ya en la agenda política de la República Argentina algunas ideas hoy fundamentales para la vida nacional. En primer lugar la necesidad de una Reforma Constitucional profunda y popular de la que resulte una Nueva Constitución Nacional.
Para analizar, reflexionar y debatir el ideario del Manifiesto Argentino, Carlos Resio, integrante de la Mesa Ejecutiva de la organización que conduce Mempo Giardinelli, comparte propuestas de la agenda pública en su columna semanal de cada miércoles, a las 7,30 en el programa Contala como quieras, en La 99.3
