Los docentes marcharon otra vez

Cerca de quince mil docentes marcharon para repudiar la política educativa del Gobierno nacional. Queda claro que no hay acuerdo con el Gobierno. Pero no queda nada claro cómo sigue la lucha.

Fotos Antena Negra

(Leandro Rodríguez, para ANRed) La marcha de Congreso al Ministerio de Educación en el Palacio Pizzurno tuvo un sentimiento unánime de rechazo, incluso de indignación. Los discursos en el acto dejaron claro ésto, de la misma manera que los cantitos en las calles. Los cierres de escuelas y cursos, el maltrato en los medios, la pérdida acumulada ante la inflación, a lo que se suman los descuentos recurrentes por días de paro.

Sin embargo la calle no terminaba de encenderse, con el trasfondo de los duros debates que se vienen dando en las escuelas, en las salas de profesores y en las casas. Y el discurso de los y las oradoras acentuó las dudas de muchos. El cierre de Sonia Alesso fue contundente en ese sentido, señalando que la lucha sigue con el paro del 8M, con el acto del 24 de marzo y con unamarcha federal en abril.

¿Habrá más paros entonces en marzo?

Es claro que la dirección celeste de CTERA no tiene disposición ni margen para firmar un aumento del 15%, en el marco de un gobierno que no para de atacarlos y una inflación esperada superior al 20%. Pero el discurso de Alesso tampoco parece dejar margen para un plan de lucha en este marzo.

Los colores de la marcha

Los organizadores de esta primera marcha se vieron menguados en relaciòn con el año pasado. La CTERA mantuvo su protagonismo, acompañada en el palco por el SADOP (sindicato de docentes privados). Se hicieron presentes también los integrantes del triunvirato piquetero y algunos gremios obreros y estudiantiles, básicamente con delegaciones pequeñas. Mucho más numerosas fueron las columnas de las corrientes opositoras a la celeste y gremios como Ademys y la Conaduh. Saltó a la vista entonces que las conducciones político sindicales que faltaron el 21F volvieron a faltar en esta ocasión.

También fue notoria la escasa presencia de las «comunidades educativas» más allá de los propios docentes. Se vieron pocas familias y estudiantes.

Lo único claro parece ser que el enfrentamiento del Gobierno con los docentes no cederá. La forma que tome este enfrentamiento es bastante oscura.

La lectura de la adhesión al paro es, como es habitual, muy distante. El Gobierno afirma menos de un 35%, mientras que los gremios declaran un 85%. La celeste señala 60.000 personas en la marcha, mientras que el Gobierno la ningunea. La opinión pública, según las consultoras, vería mayoritariamente negativo el papel tanto de los gremios como del Gobierno.

En definitiva todo parece apuntar a que Macri apostará fuerte a sostener el techo del 15%, aún a costa de que su imagen siga desgastándose. Una idea que parece extenderse entre la docencia que se enfrenta la situación de que sólo podrá perforar es techo con una lucha muy masiva y prolongada.

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