La universidad, otro negocio para los bancos

Los recortes de competencias impuestos a más de cuarenta títulos universitarios por el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación “transforman las carreras en un gran negocio para los bancos”, sostuvo Mario Coutouné. “Se habilita un paso más hacia el negocio de los posgrados”, definió el dirigente misionero de Conadu Histórica.

Entrevistado por “Contala como quieras” para analizar la situación de los docentes universitarios, que esta semana cumplen un paro de 72 horas en reclamo de actualizaciones salariales por encima del 15 por ciento que el Gobierno intenta imponer en las paritarias, el docente trazó un panorama amenazante sobre la educación superior: en un cuadro “catastrófico” en el plano económico general, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sólo preanuncia “la parálisis de la universidad”.

Las limitaciones en las competencias profesionales de los egresados de grado de las universidades, que abarcan carreras de Farmacia, Bioquímica, Medicina, Odontología, Psicología, Veterinaria, Ingeniería Biomédica y Enfermería, además de Kinesiología, Fonoaudiología, Biología, Bromatología, Nutrición, Obstetricia, Trabajo Social, Terapia Ocupacional, Musicoterapia y Psicopedagogía, forman parte de “la liquidación de la educación pública como nosotros la conocimos, con preparación laboral muy extensa y de muy buena calidad”, señaló Coutouné.

“Un futuro egresado, para tener la misma competencia que se adquiría hasta ahora con un título de grado, tendrá que hacer una maestría profesionalizante, y eso no es gratis”, dijo el docente. “Va a pasar lo que en Estados Unidos o España, donde un padre hipoteca la casa para que el hijo haga una maestría”, agregó.

El referente misionero de Conadu Histórica denunció que “los rectores (de las universidades) no dicen ni media palabra, porque les habilita una caja adicional” con los arancelamientos de las maestrías y posgrados en general.

Incluso puso el ejemplo de la Universidad Nacional e Buenos Aires (UBA), que “tiene una facturación del orden de los 300 millones de dólares por año, que no se sabe qué destino se les da”.

“Es un negocio para pocos, que se hace posible porque la estructura universitaria tiene un régimen político absolutamente anticuado y antidemocrático, donde no todos podemos ser candidatos, por ejemplo. Todo esto que está haciendo este gobierno es posible porque está vigente la Ley de Educación Superior sancionada en época de (el ex presidente Carlos) Menem que tendría que ser anulada”.

Los reclamos en paritarias

En cuanto al paro que desde el lunes cumplen los docentes universitarios, que se extenderá hasta hoy, Coutouné señaló que este año el Gobierno “apenas convocó tres reuniones: en la primera no ofreció nada; en la segunda ofertó el 15% en cuatro cuotas no acumulables, y en la tercera lo mismo que en la anterior, aunque achicando el tiempo de pagos”.

Recordó que los docentes reclaman una actualización del 25 por ciento y un salario básico para el cargo testigo (auxiliar de primera, primer rango de las categorías de docentes universitarios) de 17.000 pesos.

Acerca del recorte de 3.000 millones de pesos ya anunciado para el presupuesto universitario, señaló: “Si antes apenas alcanzaba para pagar la luz, el teléfono, el gas, el servicio de Internet, lo mínimo, este recorte va a incidir en todos los demás servicios, como el comedor, los albergues”, además de la paralización de obras edilicias.

Y acerca de la situación que se vive cotidianamente en las universidades, puso el ejemplo de la Universidad de Río Negro, que “está dosificando las clases en función de la luz solar, porque no pueden terminar de reconstruir el sistema de distribución de gas”. En el archivo de audio que acompaña esta nota, la entrevista con Mario Coutouné.

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