Flojos de papeles

Los columnistas del oficialismo, digo, ante la inflación galopante. No tienen más remedio que aceptar que este es un tema duro y que está impactando en la imagen del gobierno, del presidente y de la gobernadora Vidal.
A diferencia de muchos otros temas, los opinadores PRO no tienen con qué marcar el rumbo: apenas si citan, como hace Blanck en Clarín hoy domingo, que lo único que se distingue ante el desastre es la presión de los “ortodoxos” que piden aún más ajuste, ante lo cual el bueno de Mau quiere seguir con este invento discursivo de la derecha, el “gradualismo”.
Lo que desliza la prensa oficial es que esta es la única política económica posible: la “alternativa” sería que resulte todavía peor, más salvaje.
La cuestión es que puertas adentro, escribe Bonelli el viernes, el gobierno ya no usa la meta del 15 por ciento anual de inflación, completamente irrealizable. Sin embargo, agrega, la cifra que el oficialismo aplica para sus cuentas se mantendrá en secreto.
Aunque no parezca, esto se conecta con la alevosía de la intervención al PJ: es que, frente a la caída en encuestas, es crucial para el macrismo que la oposición se mantenga dividida. Es “exceso de interpretación”, escribe hoy Kirschbaum, il capo de redacción de Clarín, atribuirle la intervención al presidente. “Exceso” que cometió un escriba a sus órdenes, Pablo Ibáñez, el viernes, quien en un inesperado brote de sinceridad dijo que si el macrismo no armó esta maniobra, al menos “la saborea”. Y, casi descontrolado, dice que el macrismo pidió a Barrionuevo como interventor y la jueza lo nombró nomás.
La unidad del PJ es como un fantasma que los columnistas del gobierno quieren alejar, sobre todo si no la expresa un peronista rubio y de ojos celestes como Schiaretti, Urtubey, Pichetto. Kirschbaum escribe hoy que Massa se mantendrá en su “Frente Renovador”, sin aceptar una “unidad” que incluya al kirchnerismo. Y sentencia que no se ve ninguna unidad posible, aunque “Felipe Solá se ofrece para eso”.
Sin respuestas para la economía, buena parte de la atención mediática oficial va para el lado de la intervención del gobierno en la justicia. Luego de ingentes presiones de Garavano se pronostica para mañana lunes una reunión de los supremos de la Corte con él y con Peña, aparentemente para “avances” en una “reforma judicial”. Estas acciones incluyen pesadas maniobras mafiosas, como el ir y venir de Carrió amenazando a Lorenzetti, algo que a Macri le sirve, como tecleó Blanck el jueves.
Y también le sirven operetas como la de La Nación el jueves: una “noticia” -la principal del día- sobre la salida inminente de los camaristas Ballestero y Farah, los que liberaron al empresario Cristóbal López, gracias a las acciones (inconfesables) de Garavano.

La columna de Hugo en Contala como quieras (16/4):

Semana a semana el periodista y escritor Hugo Muleiro repasa con detenimiento las columnas de opinión y análisis de los principales medios gráficos de mayor alcance nacional en tanto hegemónicos.

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