Ciencia «made in Argentina», un aporte clave en la lucha contra la pandemia por coronavirus

La secuenciación de tres genomas completos de cepas de coronavirus en pacientes argentinos lograda el martes en el Instituto Malbrán es “un hito en materia de epidemiología molecular” que  aporta “una noción sobre cómo va evolucionando el virus en las poblaciones locales” y por lo tanto ubica al país a futuro “en posición de tomar decisiones mucho más rápido” en la lucha contra la pandemia, evaluó el doctor Marcos Miretti, investigador del Instituto de Biología Subtropical de la Universidad Nacional de Misiones.

“El virus tiene una tasa de mutación más alta que otros organismos y va creando esas diferencias, que van dejando una ‘huella’; hay un virus ‘fundador’, un ingreso en un lugar, y a partir de ahí se va tejiendo una red en estrellas”, explicó. La secuenciación lograda en la Argentina será “importante para investigar el origen y las relaciones, las mutaciones que puedan surgir dentro de cada población, (y para detectar) si ésas son diferentes de lo que viene ocurriendo en otros lugares”, agregó.

Entrevistado por el programa Contala como quieras, el también investigador del Conicet consideró que “haber secuenciado estos tres genomas marca un hito respecto al tipo de trabajo que se está realizando en términos de genómica de poblaciones epidemiológicas. Es una gran contribución a lo que los otros países están investigando, a los casi tres mil genomas que están depositados en la base de datos de todo el mundo”.

Y explicó que el rastreo de “las ‘huellas digitales’ de los virus que van surgiendo acá va a poder posicionar lo que ocurre en estas poblaciones de la Argentina respecto de las otras que se registran en el mundo, y si en otros lugares donde se realizan investigaciones desde hace un tiempo encuentran que hay resistencia a algún tratamiento antiviral o que existe algún lado más susceptible al virus vamos a estar en posición de tomar decisiones mucho más rápido”.

Un estímulo a la potenciación de la capacidad científica argentina

Repatriado desde el Reino Unido en 2008 tras varios años de trabajo en la Universidad de Cambridge, donde integró un equipo de inmunogenetistas dirigido por el Premio Nobel de Medicina (2002) John Sulston, Miretti subrayó la importancia de “tener el registro de las poblaciones virales, de cómo va evolucionando el virus en diferentes regiones: teniendo esos datos de antemano, cuando aparezcan datos nuevos de investigaciones en otros lugares se va a estar en condiciones de tener una lectura rápida y así tomar decisiones”.

La secuenciación lograda en la Argentina, a cargo del Servicio de Virosis Respiratorias y de la plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (ambos bajo la órbita del Malbrán), comparó los genomas de las tres muestras tomadas de portadores argentinos del SARS Cov-2 con los diversos genomas del virus que circulan en las distintas regiones del mundo. Así se estableció que las tres cepas secuenciadas en Argentina provienen de Estados Unidos, Europa y Asia.

Como explicaron las doctoras Elsa Baumeister y Josefina Campos, responsables de los equipos del Malbrán que lograron la secuenciación, el avance anunciado el martes “forma parte de un estudio mucho mayor: vamos a secuenciar más genomas de cepas de coronavirus. Esta fue la primera selección”, que identificó esa asociación epidemiológica, con procedencias de China, EE.UU. y Europa. “Estamos viendo la distribución y la dinámica del comportamiento viral, una información clave para tratar de controlar la diseminación del virus en la comunidad”, dijeron las científicas.

“Cada vez que se generan datos, que son iniciales, de los primeros genomas, se genera un estímulo para que se sume gente a esa iniciativa. Lo más importante en ese sentido no es la información de estos tres genomas secuenciados sino la esperanza de que se generen trescientos, o tres mil. Es la idea de que se tiene la capacidad para generar suficiente información genómica, que va a ser utilizada para cualquiera de los hallazgos que estén relacionados a la capacidad patogénica del virus, a respuestas antivirales o relacionadas a alguna de las características sintomatológicas”, explicó Miretti.

“El día que esas relaciones sean estudiadas por otros grupos vamos a tener la capacidad de decir ‘quienes están en riesgo son estos grupos, relacionados con estas cepas o con esta línea de virus que vino de tal lugar’. Es lo que pasa hoy con dengue 1, 2, 3 y 4: sabemos que algunas poblaciones son más susceptibles, que algunos tipos de virus tienen una capacidad de generar más daño. Para tener esa información hay que saber cuál es el origen”, subrayó Miretti.

Marcos Miretti, entrevistado en La 99.3 el 8 de abril de 2020

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