Aprietes, odios y periodismo impreso

Apriete, pero republicano (1/4)

El tema de la justicia ocupa en estos días y hoy mismo los máximos esfuerzos de escribas oficialistas, mucho más que la supuesta caída de la pobreza (¡¡dos millones de personas en seis meses, debe ser récord mundial!!), que no todos se atreven a exhibir y festejar, en inesperado toque de cautela.

Los cruces, acusaciones y contraacusaciones son tan complejas que casi no se pueden sintetizar, pero un resumen de lo que hay que esperar en días próximos lo da Blanck en Clarín. Él pronostica que la liberación de Cristóbal López y el cambio de acusación será revertida. También que la Corte limitará los alcances de la acordada que aprobó contra el Tribunal Oral formado para el sueño PRO del “mega-juicio” contra Cristina, el TOF 9.

Esa acordada pone en entredicho el pase a la justicia federal de jueces de tribunales ordinarios, mecanismo “clave” del macrismo para “licuar el poder de Comodoro Py”, teclea. Hay que ver hasta dónde Lorenzetti y otros Supremos se doblegan, después de que Garavano los “visitó”. Lindo verbo para describir un apriete de un ministro a los jueces…
“Visita” también reportada por La Nación el sábado. Este diario dijo que hubo además un acuerdo para “reformas procesales”. En criollo: mecanismos para que los juicios orales contra los kirchneristas tengan agilidad. ¿Tendremos muchas audiencias televisadas durante la campaña electoral de 2019? La Nación apuntala hoy domingo esta opereta con una “noticia” en la que describe un montón de dificultades de los tribunales orales.

No parece claro cómo se arregla el tremendo desaguisado de las escuchas. La Corte, dicen estos escribas, es quien las hace, en las oficinas que maneja el juez Irurzun (tan alabado como intachable por Joaquín Morales Solá). La Corte le pidió explicaciones a Arribas, aunque el macrismo quiere descargar todo el peso del asunto en la Corte…
Por lo demás, quedaron estas “perlas” del periodismo independiente:

PAGNI, que juega a veces a chico malo, dice que la derrota 6-1 ante España le preocupa a Macri, quien sueña con un Mundial que le levante el ánimo a los argentinos, y porque está muy metido en el fútbol (¡¡no lo sabíamos!!). Macri, “despacha con Daniel Angelici más a menudo que con la mayoría de los ministros”.

ROA, en Clarín, el martes: se despachó con una tremenda macarteada contra Lammens, el presidente de San Lorenzo que quiere hacer política. Un brote de odio hecho y derecho.

LA TAPA de Clarín este domingo: dedicada al canje de pasajes de legisladores, como si fuera un tema crucial para el destino nacional, mucho más que el supuesto “descenso de la pobreza” o lo que sucede en la justicia. Y, eso sí, olvidándose de que el propio Macri, cuando fue diputado nacional, también canjeó pasajes.

Odio infatigable (29/3)

Roa en Clarín va con una nota festiva sobre Juan Maldacena, el científico argentino premiado. Recorre su trayectoria, exalta su esfuerzo. Perfecto. Pero cuando tenés orden de implantar odio cualquier coartada, hasta la más berreta, te sirve: Este científico, teclea, es «extremo opuesto» a «los chantas que producen negocios en la universidad. Cualquier parecido con las universidades del GBA o las filiales de la UTN usadas por el kirchnerismo no es pura coincidencia».

Qué cosa eh… Estos brotes de furia por los cabecitas negras que entran a la universidad está siempre ahí. Es como una reacción casi química, irracional y tremendamente peligrosa, porque se activa sin aviso previo.
Y no es solo con los K, es con todo aquel que levante la cabeza para expresar un desacuerdo con el régimen aunque lo haga hasta con cierta timidez, como Ricardo Alfonsín.

En La Nación, una redactora de apellido Di Marco lo desautoriza como intérprete de su padre, Raúl. «Un peligroso intérprete», lo tipifica. Y al estilo del «doctor» Castro lo diagnostica: está mareado, desorientado. Todo por expresar desacuerdos con el macrismo.

Distinto verbo, unos matices, pero la base es la misma intolerancia política. Y, en el caso de Roa, también clasista.

Periodismo II (28/3)

El ataque armado a la caravana de Lula carece de importancia.

Hoy a las 9.45, en Clarín en línea, tenías que pasar por 97 títulos (noventa y siete) entre noticias, columnas, «publinotas» y por títulos repetidos para dar, allá por la sexta pantalla, con el ataque en Brasil.

A la misma hora, en La Nación en línea, conté 95 títulos. NINGUNO referido a esta noticia.

Si pensás que la derecha latinoamericana actúa en bloque, se autoprotege y encubre sus crímenes, y que para eso usa sus medios de «comunicación», estás absolutamente en lo cierto.

Periodismo impreso (28/3)

Kirschbaum, en Clarín, exalta hoy a los diarios, así en general, porque son los que descubrieron, en apariencia, las manipulaciones de información mediante Facebook para incidir en elecciones. La nota es un intento por reivindicar al diario impreso, es decir incluyendo a Clarín, como expresiones de un «periodismo» que no se daría en las redes.

En el relato de los hechos, se le olvida uno: que los representantes de la empresa Cambridge, que se atribuye esa manipulación, confesaron en Londres que también actuaron en 2017 en la Argentina. Y que eso está salpicando al multiacusado Gustavo Arribas, un amiguito del presidente Mau.

La memoria de este «periodismo prestigioso» es selectiva.

La columna de Hugo en Contala como quieras (3/4):

Semana a semana el periodista y escritor Hugo Muleiro repasa con detenimiento las columnas de opinión y análisis de los principales medios gráficos de mayor alcance nacional en tanto hegemónicos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: